La startup mexicana Kinetech Power Systems pretende instalar una planta al norte de México para fabricar baterías que almacenen energía limpia. “Somos una startup que se funda en México durante 2017 con el deseo de desarrollar un sistema de almacenamiento de energía con volantes de inercia, el nombre más sencillo es una batería”, detalla en entrevista Rodrigo Fernández, cofundador de la empresa. Kinetech se enfocará en mercados pequeños o behind the meter, como el sector residencial o comercial, incluso una persona que instale paneles solares o turbinas eólicas para almacenar electricidad  y usarla de noche. La batería, que se fabricaría en Nuevo León, será del tamaño de un refrigerador y también podría servir como respaldo para estaciones de carga para vehículos eléctricos, centros de datos, torres de telecomunicaciones, respuesta a fenómenos naturales y aportar a la red eléctrica. Hasta el momento, Fernández y su socio estadounidense, Michael Van Steenburg, han desembolsado 500,000 dólares (9.4 millones de pesos según el tipo de cambio actual) en desarrollo tecnológico. Empresas como American Diversified Energy, Shorebreak y VE Rail han presentado cartas de interés para proyectos por 200 millones de dólares. “Estamos en fase de desarrollo, pero a muy grande escala, de 1 a 10 MegaWatts para arriba”, dijo Fernández. Los prototipos que han diseñado son de un 1 kilowatt-hora (KWh) y pretenden escalarlos a 25 KWh, equivalentes al consumo de un hogar promedio en Estados Unidos, el principal mercado que pretenden atacar, pero también tienen en la mira los hogares de Nuevo León y Ciudad de México. Para lograrlo, se encuentran en una ronda de inversión en busca de 550,000 dólares para completar el financiamiento al cierre de 2018 y comenzar la producción en 2019 con su planta piloto. Incluso, el emprendimiento se ha inscrito a un fondo de la Secretaría de Economía por 4 millones de pesos para poder escalar su tecnología.   ¿Cómo funciona? Esta tecnología funciona de la siguiente manera: la batería recibe electricidad renovable o convencional. Esa energía enciende un motor que pone a girar un volante de inercia a determinadas revoluciones por minuto y el volante almacena la energía al vacío con un sistema de lubricación solida para evitar pérdidas por fricción. Cuando se requiere de nuevo, ese volante activa un generador y de ahí se obtiene la energía eléctrica de regreso para usarla. El precio de la batería sería de 1,200 dólares por kWh instalado. La vida de estos dispositivos sería de 30 años. La firma cuenta con tres patentes en el diseño y estabilización, tecnología de motores y una en lubricación sólida de baleros. En octubre de 2017, la empresa ganó el concurso Cleantech Challenge de la organización GreenMomentum donde recibió 250,000 pesos. Si quieres conocer más detalles técnicos sobre esta startup, da clic aquí. Lee también: Australia y Tesla construirán la planta solar más grande del mundo  

 

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