Durante 10 días, Rubén Ruiz estuvo, junto a su prometida Katya, haciendo fila, caminando y subiéndose a tres distintos transportes y durmiendo en refugios para poder salir de Kiev, Ucrania, y llegar a Bucarest, Rumania, donde en las próximas horas llegará un avión de la Fuerza Aérea Mexicana para regresarlo a su país natal.
En entrevista con Forbes México, contó que desde hace 4 años vive en Kiev, donde organiza eventos; además, está comprometido con una ucraniana de nombre Katya. Sin embargo, por la invasión de Rusia y los constantes ataques a dicha ciudad, prefirió salirse, pero de la mano de la mujer con la que se casará.
Hace tres días, Rubén Ruiz llegó a Bucarest con la esperanza de que la embajada lo ayudara a regresar a su país. No había ninguna certeza de que México enviará otro vuelo, solo dichos o rumores de que eso pasaría, pero dos días después el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que mandará otra aeronave para traer a los connacionales.
—¿Les habían dicho de que iba un avión para Rumania?— se le preguntó.
—No, nos venimos (a Bucarest) solamente con la pura esperanza. No había nada confirmado ni prometido. Todo lo hicimos con nuestros propios medios. Muchos de nosotros nos venimos con nuestros propios medios, porque no tuvimos la oportunidad de acceder al transporte que la embajada organizó desde Kiev— respondió.
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Al relatar su viaje para salir de Kiev, Rubén Ruiz cuenta que él y su novia tardaron 10 días en llegar a Bucarest. Primero, un par de amigos los llevó en su carro a Siret, la frontera de Ucrania con Rumania.
“Yo le pregunté a mis amigos. Tengo muchos amigos en Ucrania, que quién me llevaba, y encontrar unos amigos con carro. Entonces, empezamos la travesía en el carro. Nos tomó más o menos 8 días de salir en Ucrania”, relató.
Después de hacer fila por horas para salir, tomaron otro transporte que los llevó a un refugio, donde pasaron la noche; de ese lugar, una ambulancia los ayudó a llegar al tren que los llevaría a Bucarest.
“El carro nos llevó a la frontera, que se tardó como ocho días; después, un trasporte nos llevó a un refugio de un pueblito a Rumania; una ambulancia nos llevó a una estación de tren y de ahí del tren de la cuidad nos llevó a Bucarest”, explica al señalar que en total se gastaron cerca de 10 mil pesos mexicanos entre transporte y las comidas.
Señala que después de que el presidente López Obrador informó que enviaría otro avión para traer a connacionales, la embajada mexicana los enlistó para que él y su novia aborden ese aeronave.
“Estamos esperando que llegue el vuelo para irnos. La embajada nos dijo que ya está confirmado (el vuelo). Nos pidieron documentos; solamente nos piden esperar para confirmar la fecha del vuelo. Dicen que podría ser el martes, pero aún no está confirmado”, relata el hombre.
Rubén Ruiz es uno de los 40 mexicanos que salieron de Ucrania y permanecen en Europa, pues no pudo abordar el primer avión que envió el gobierno mexicano el 27 de febrero a Rumania, ya que no alcanzó el transporte que puso la embajada de México en Kiev para Bucarest.
“No tuve a la oportunidad de acceder al transporte de Kiev, y el vuelo salió muy pronto, no tuvimos oportunidad de alcanzar al grupo”, contó Ruiz.
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