El incremento de la brecha comercial a 41,900 millones de dólares (mdd) que anunció el martes el Departamento de Comercio fue menor de lo previsto por los analistas. Reuters El déficit comercial de Estados Unidos creció en mayo, alimentado por una caída de las exportaciones que podría acentuar las preocupaciones sobre la debilidad de la demanda internacional y la fortaleza del dólar. El incremento de la brecha comercial a 41,900 millones de dólares (mdd) que anunció el martes el Departamento de Comercio fue menor de lo previsto por los analistas, que esperaban un saldo negativo de 42,600 mdd. Eso sugiere que los economistas de Wall Street podrían elevar ligeramente sus pronósticos para el crecimiento económico del segundo trimestre. Pero la reducción de las exportaciones en mayo pone de relieve un cambio en la recuperación estadounidense de la recesión, en la que la economía se ha apoyado más en motores domésticos, como la construcción y los servicios, en lugar de las industrias exportadoras como las manufacturas. Con un descenso en las ventas internacionales de bienes de capital fabricados en Estados Unidos, las exportaciones disminuyeron en 1,500 mdd en mayo, un 0.8%, a 188,600 millones de dólares. Las importaciones cayeron en unos 300 millones de dólares, o un 0.1%, a 230,500 millones de dólares. Desde mediados del año pasado, cuando la Reserva Federal dejó en claro que planeaba elevar las tasas de interés, el dólar se ha apreciado, tornando menos competitivas a las exportaciones de Estados Unidos. También desde entonces, la economía europea ha estado frágil y el Banco Central Europeo ha aliviado la política monetaria, debilitando al valor del euro frente al dólar. Los funcionarios europeos actualmente están combatiendo una crisis de deuda en Grecia que amenaza con fracturar a la unión monetaria. La economía estadounidense se contrajo a un ritmo anual de 0.2% en el primer trimestre, afectada por el mal clima, la fortaleza del dólar, recortes de gastos en el sector energético e interrupciones en los puertos de la costa oeste. Otros datos económicos, incluyendo cifras de contrataciones y gasto del consumidor, han insinuado un repunte durante el segundo trimestre y un fortalecimiento de la economía doméstica podría alentar a la Fed a subir sus tasas más adelante este año. En mayo, la caída de las importaciones tuvo lugar al tiempo que las compras desde China subieron un 9.5%. Eso podría incrementar las críticas de manufactureros de Estados Unidos de que las empresas chinas están usando una divisa barata y subsidios injustos para ganar participación de mercado en Estados Unidos. Al mismo tiempo, las importaciones netas de petróleo en Estados Unidos bajaron a 5,800 mdd en mayo, el nivel más bajo desde 2002.

 

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