Leda, la bañista, se muestra en una posición de poder sobre Zeus convertido en cisne. La escultura es obra de la artista Carole A. Feuerman, la pieza de arte contemporáneo que fascina a los huéspedes al entrar a Conrad New York Midtown.
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La reinterpretación del mito griego “Leda & The Swan” fue creada por encargo para la instalación permanente en el vestíbulo, que sirve como distintivo del extenso programa de arte que ofrece la propiedad, y del compromiso de la firma hotelera de alta gama con las expresiones artísticas.
Esta escultura, sin embargo, es una de las muchas obras notables en Conrad New York Midtown que ilustran la boyante escena artística que se ha desarrollado en la urbe con el paso de los años. El hotel cuenta con una colección de más de 40 piezas, curada por la consultora de arte Visto Images, con sede en París.
EL RESTAURANTE BAR DEL CONRAD NEW YORK MIDTOWN LLEVA POR NOMBRE DABBLE, UN GUIÑO SUTIL A LA ESCULTURA CENTRAL DEL VESTÍBULO, QUE INSPIRA LA ELEVADA EXPERIENCIA GASTRONÓMICA A LO LARGO DEL DÍA Y AL CAER LA NOCHE
Ésta incorpora movimientos artísticos fundamentales, como el expresionismo abstracto, el pop art y la fotografía callejera, por mencionar algunas. Además de piezas procedentes de las colecciones del MOMA, el Guggenheim y el Museo Metropolitano de Arte (MET), se cuentan entre sus joyas dos serigrafías originales de Andy Warhol, un par de fotografías de edición limitada de Amy Judd y una litografía original de Henri Matisse.
INSPIRACIÓN CERCANA
El arte vive en la propiedad de 54 pisos y se expresa en sus diferentes espacios, no sólo a través de pinturas o esculturas, también por medio de una ambientación restauradora. Las suites son espaciosas y acogedoras, con salas de estar y dormitorios separados, que evocan una sensación de pied-à terre. Los aspectos más destacados del diseño incluyen pisos de madera en espiga, alfombras de lana hechas a mano y baños de mármol de Carrara.
La colección de suites premium incluye el exclusivo Atrium, del piso 43, uno de los alojamientos más amplios, con una sala de paredes de vidrio con espléndidas vistas de Manhattan, y muebles en rosa pálido, verde oscuro, azul y gris que crean un juego de contrastes con el paso de las estaciones en el cercano Central Park.
Igual de panorámico es el lujoso Penthouse, que abarca 250 metros cuadrados de espacios exquisitamente equipados para cenar, entretenerse, encontrar la paz y dormir, sin olvidarse de contemplar el parque urbano más grande Nueva York, el río Hudson y los paisajes lejanos que se pueden ver desde lo alto.
Sin embargo, es natural sentirse en casa en cualquiera de las habitaciones del Conrad New York Midtown, debido a su personalidad innatamente residencial, excelentes comodidades y matices creativos. Son, así, el refugio perfecto para relajarse después de un día ajetreado en la metrópoli palpitante: la meca de artistas y manifestaciones culturales desbordantes. El hotel está rodeado de recintos que dan cuenta de ello: el MoMA, el Museo de Arte y Diseño, el Distrito de los Teatros y el Rockefeller Center, obra maestra que acoge instalaciones de arte al aire libre, un acervo público histórico y motivos que, al igual que Conrad Hotels & Resorts, celebran lo mejor del espíritu humano.
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