Con uno de los escenarios urbanos más famosos y sofisticados de Beverly Hills como telón de fondo, e impregnado del espíritu de la élite de Hollywood, el emblemático Beverly Wilshire, A Four Seasons Hotel, crea la atmósfera perfecta (y consciente de la seguridad) para celebrar bodas en
petit comité.
Tras aplicar cambios a partir de las regulaciones derivadas de la pandemia, la legendaria propiedad acuñó un exclusivo concepto de microbodas, que confirma su capacidad de evolucionar para brindar vivencias cada vez más personalizadas y perdurables.
Bordeada por una exuberante vegetación, Rodeo Terrace permite hacer configuraciones versátiles de ceremonia y recepción al aire libre. Las espectaculares vistas a la esquina de oro Wilshire Boulevard y Rodeo Drive son el highlight del espacioso lugar. Ahí, en lo alto del histórico conjunto, los novios se juran amor eterno y festejan su unión en compañía de ocho de sus más cercanos familiares y amigos.
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La pareja y sus invitados especiales disfrutan de una exquisita cena de tres o cuatro tiempos, maridada con vinos selectos. Estas sensaciones anticipan uno de los momentos más icónicos de las bodas: el brindis con champagne. El pastel personalizado llega a la mesa como si se tratara de un regalo dulce.
Además de los asistentes, la pareja tendrá la posibilidad de invitar a otras personas para que se sumen a la celebración… virtualmente. Ello, gracias a la iniciativa de talentosos especialistas en bodas que trabajan en el hotel, quienes también pensaron en la opción de complementar esta experiencia con unas cajas llenas de sorpresas, bautizadas como “Share the Love”.
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BODAS DE ENSUEÑO
El programa de microbodas implementado por el hotel celebra enlaces inolvidables.
LOCACIÓN FASCINANTE
El lujo histriónico y la sensibilidad que emanan del entorno son innegables. Desde su apertura en 1928, Beverly Wilshire, A Four Seasons Hotel, ha sido la dirección preferida de celebridades, la realeza y el jet set internacional. Sí, por supuesto, también ha destacado como locación cinematográfica por su distinguida presencia y ubicación privilegiada.
En el hotel se han rodado varias películas y series de televisión. En 1990, tuvo un papel central en la filmación de Pretty Woman, la exitosa comedia romántica protagonizada por Julia Roberts y Richard Gere, que no sólo marcó un antes y un después para la propiedad, pues inspiró unas de las experiencias más exclusivas: sesiones de belleza y actividades al estilo de ‘Mujer bonita’.
El Beverly Wilshire, A Four Seasons Hotel, reabrió sus puertas incorporando protocolos de bioseguridad avalados por el programa global Lead With Care, de Four Seasons, y además, con el entusiasmo de dar un brío único a la tendencia en bodas que llegó para quedarse, en la cual “menos siempre es más”.
Artículo originalmente publicado en la edición impresa de Forbes México. Marzo 2021.
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