El sonido de una trompeta irrumpió sin aviso previo para inyectar una dosis extra de entusiasmo a la noche. Aquel ritmo, en compañía del tamborileo de un bongó, aumentó el entusiasmo de un momento de por sí festivo en el laureado Zapote Bar del hotel Rosewood Mayakoba, en el Caribe mexicano.

Instalada en la cabecera de una mesa comunal, la mixóloga Greace Colo parecía ajena a la fiesta que la rodeada. Ella estaba absolutamente concentrada en la preparación de un coctel ‘Armonizador’, receta de su autoría que lleva mezcal, caramelo, vermouth blanco y Ancho Reyes.

Yo Amo México Caribe
Campo y mar mexicanos unidos en la mesa bajo la luz de luna. Foto: Rosewood Mayakoba.

Todo ocurría en el marco del festival Yo Amo México, que este año celebró su cuarta edición en las instalaciones del Rosewood Mayakoba de la mano de un selecto grupo de invitados convocados en el Caribe mexicano para exaltar la cultura, los sabores y aromas propios de una auténtica fiesta mexicana.

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Entre los invitados, además de Colo, se encontraban cocineros que empujan fuerte en la escena nacional, como Freddy Monteros, de Erizo de Mar (Guadalajara) y Ricardo Arellano, de Crudo (Oaxaca). También participaron Carlos Gaytán, de Tzuco (Chicago); y Alejandro Villagómez, de Nemi (La Paz). Todos trabajando muy cerca de Édgar Chávez, chef ejecutivo de Rosewood Mayakoba y anfitrión de la cita en su apartado gourmet.

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De izquierda a derecha: los chefs Ricardo Arellano y Édgar Chávez, de Crudo (Oaxaca) y el hotel sede. Foto: Rosewood Mayakoba.

El vino también formó parte central de la programación de Yo Amo México a través de catas, degustaciones y maridajes realizados por Francisco Acosta, de Vinos Boutique; Luis Peciña, de Santos Brujos (Viñas del Sol); y Fernando Mendoza, de Viñedos Encinillas, entro otros especialistas.

El toque de arte corrió por cuenta de artesanos mexicanos de la Cooperativa 1050, que brindaron un taller de barro; y Tita López y su taller de acuarela, además de una exposición de arte huichol que engalanaba los espacios del hotel.

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Clases de acuarela y talleres de barro formaron parte de la programación. Foto: Rosewood Mayakoba.

Como parte central del festival, el Rosewood Mayakoba destaca el apoyo al centro educativo K´ii Ben, que otorga educación bilingüe a niños de la comunidad local en un esfuerzo tendiente a brindarles mayores oportunidades educativas de cara al futuro.

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