La crisis de movilidad forzada que vive México, tanto de migrantes nacionales como internacionales, puede ser convertida en una oportunidad económica única para el país, al integrar a las personas refugiadas a la economía formal mexicana, lo que representaría un ganar-ganar para todas las partes, coincidieron expertos durante el panel “Salvar al mundo de los humanos” en el marco del Foro Forbes Economía Verde y Sustentabilidad 2023.
Desde la Casa del Lago del Bosque de Chapultepec en la Ciudad de México, Octavio Segovia, investigador postdoctoral del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, puso como ejemplo el caso de Colombia, que luego de recibir e integrar a su economía a 2 millones de venezolanos su Producto Interno Bruto (PIB) subió 1.6%.
“Es una oportunidad única. Siempre seremos atractivos para muchos países, si los retos los vemos como oportunidades, no solo podremos mantener estabilidad, sino a ser mejores”, aseguró.
El académico advirtió que si tras el conflicto bélico que Rusia inició contra Ucrania en febrero de 2022 el país empezó a recibir más solicitudes de refugiados ucranianos y rusos, nada dice que podría ocurrir lo mismo con residentes de Israel, Palestina y países vecinos que se están involucrando en la guerra de Israel contra Hamás. Incluso podrían esperarse más solicitudes de refugiados de Argentina tras los resultados electorales que dieron como ganador de la Presidencia a Javier Milei.
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Gerardo Ancira, director general de Fundación Tent Partnership for Refugees México, compartió que de 2013 a 2022 se registraron 400,000 solicitudes de asilo, mientras que en este año de enero a noviembre van 106,000 solicitudes, lo que refleja la crisis de movilidad forzada de personas en México, que a su vez se puede traducir en una oportunidad de incluir a estas personas en la economía formal, ya que según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social hay un millón de empleos vacantes que no están siendo ocupadas por los mexicanos.
Sin embargo, consideró que hay dos barreras culturales: una, pensar que los refugiados les van a quitar el empleo a los mexicanos y, dos, pensar que estas personas tienen historial criminal, lo cual se descarta si se hace investigación de la persona.
Por su parte Elba Gutiérrez, consejera de la Fundación Appleseed México y gerente global del Programa Probono de Greenberg Traurig LLP, dijo que le da esperanza ver organizaciones como Tent, estudios académicos serios y que el paradigma está cambiando: “si queremos ser ciudad cosmopolita, estar a la vanguardia, tenemos que trabajar en incluir a los refugiados mexicanos. Es posible combatir la crisis de movilidad forzada”.
Gerardo Ancira recordó que Tent fue fundada en 2016 por un inmigrante turco que se estableció en Estados Unidos y que fundó la compañía de lácteos Chobbani, que actualmente está compuesta por 40% de personas refugiadas.
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