En la medida en la que la tecnología avanza, los retos de seguridad en el uso de los datos también. La adopción de la inteligencia artificial (IA) para cualquier tipo de empresa es una necesidad de negocio, por lo tanto, debemos utilizarla adecuadamente y convertirla en una herramienta óptima para limitar al máximo los riesgos latentes.
Hacer una compra a través de medios digitales, realizar transacciones bancarias, someterse a diagnósticos clínicos mediante tecnologías de vanguardia, son algunas de las actividades cotidianas que de una u otra manera representan un riesgo en el uso de la información que proporcionan.
Por ello, las empresas de los sectores retail, financiero y salud, necesitan una estrategia contundente que minimice los riesgos latentes asociados con el uso de las nuevas tecnologías y, por el contrario, obtengan de ellas, sus mayores beneficios.
La IA, por ejemplo, puede emplearse en sistemas de detección de intrusiones, donde los algoritmos de aprendizaje automático analizan los patrones de tráfico de red y detectan comportamientos anómalos que podrían indicar un ataque cibernético. Los modelos de lenguaje grandes (LLMs) pueden emplearse en sistemas de respuesta automática a incidentes, proporcionando instrucciones detalladas y personalizadas para la mitigación de amenazas en tiempo real.
ABRAZAR LA IA PARA MEJORAR LA CIBERSEGURIDAD
La evolución tecnológica pone a empresas de todos los sectores en una disyuntiva importante: abrazar la IA como una fuerza transformadora para dotarnos de mayor ciberseguridad, o dejarla de lado y quedarnos atrás.
Las amenazas cibernéticas que crecen año con año, simplemente en México, de acuerdo con la Universidad de Guadalajara y datos de la Dirección General Científica de la Guardia Nacional, revela que “de septiembre de 2020 a abril de 2022 se atendieron 34,000 reportes ciudadanos en materia de ciberseguridad, principalmente relacionados con secuestro de datos bancarios, institucionales o personales” (UDG/2022).
Contra este reto latente, la mejor estrategia que una empresa puede adoptar es abrazar la IA para incrementar sus niveles de seguridad. La llegada de los modelos de lenguaje grandes como ChatGPT y otras tecnologías de IA, abren un horizonte de oportunidades único, para transformar las empresas del presente y prepararlas para el futuro alcanzando niveles de eficiencia, innovación, crecimiento y seguridad acorde a los retos que la misma evolución tecnológica nos presenta.
Estos LLMs son capaces de analizar textos para identificar correos electrónicos de phishing, detectar la desinformación en línea y proporcionar respuestas rápidas y eficaces a las preocupaciones de seguridad del usuario.
El llamado a la acción para las empresas principalmente en los sectores retail, financiero y salud, en dónde existe un mayor tráfico de datos, una mayor exigencia y vigilancia por parte de sus clientes y un impacto radical en la economía global, es incrementar la inversión en talento capaz de implementar y ejecutar las herramientas de IA más avanzadas para garantizar niveles óptimos de seguridad.
Además de incorporar sistemas de detección de amenazas basados en algoritmos de IA, mismos que difícilmente pueden ser identificados por un ser humano, el proceso de transformación digital requiere desarrollar una cultura continua que incorpore buenas prácticas bajo estándares internacionales de seguridad dirigidas a todos los colaboradores e interesados clave de la organización.
De acuerdo con el análisis de la ISC, la asociación sin ánimo de lucro de profesionales certificados en seguridad más grande del mundo, “se necesitan 3.4 millones de trabajadores de ciberseguridad para proteger los activos de forma eficaz” (Microsoft/2023). Esta cifra también nos da un contexto amplio de la gran oportunidad de empleos que se generan en los siguientes años para los especialistas de software altamente capacitados en seguridad.
No obstante, un punto de vista es convertir la IA en una herramienta que, por un lado, ayude a los especialistas de software a generar estrategias de transformación digital que blinden a las empresas para las que trabajan de las amenazas latentes y, por el otro, que las acompañen en el camino del presente al futuro pues el camino más adecuado es con la adopción de estas tecnologías.
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UNA BRECHA DE SEGURIDAD Y NUEVOS DESAFÍOS DE LA IA
Por otra parte, desde un punto de vista analítico, quienes toman decisiones de negocio deben tener clara la necesidad de garantizar la seguridad en el uso de los datos e información de sus clientes, incorporándolo como un elemento cultural de la organización.
Sectores como el financiero, debido a la alta dependencia que tienen en la confianza que sus clientes les conceden para hacer viable su negocio y una regulación más estricta, han podido realizar esta incorporación cultural de manera más natural. Sin embargo, sectores como el retail a través del comercio electrónico y salud, tienen aún áreas de oportunidad importantes.
Reducir esta brecha que existe entre las posibilidades que la IA brinda a las empresas para transformarse y los retos latentes para asegurar el uso adecuado de los datos e información de sus clientes, es una prioridad para el desarrollo orgánico del negocio, que debe ser aprovechada.
Sin duda alguna el desafío más importante que enfrentan las empresas es cerrar esa brecha de seguridad descripta en párrafos precedentes. La pérdida, la manipulación, el uso indebido de datos, el robo de identidad, son riesgos que se enfrentan todos los días, tanto quienes comparten datos e información personal, como las empresas a quienes se los concede para un fin determinado.
La IA puede ser fundamental para combatir el robo de identidad mediante el análisis de patrones de comportamiento para detectar actividad sospechosa. También puede ayudar a proteger contra la pérdida y manipulación de datos mediante la detección de patrones inusuales en el acceso y modificación de datos.
Tal como fundamentamos previamente, la IA es una herramienta para incrementar la seguridad, pero también es cierto que, en su contraparte, puede ser utilizada por los ciberdelincuentes para generar software de ataque mucho más potente, lo que obliga a las organizaciones a estar un paso más adelante. Por un lado, invirtiendo en talento altamente especializado y, por otro, exigiendo de los gobiernos un marco regulatorio cada vez más eficaz, ya que solo de esta manera es posible mitigar las intrusiones de seguridad.
En este sentido, los riesgos siempre van a existir. Un ejemplo fue la energía nuclear, que puede ser utilizada para algo bueno como dar energía limpia a todo el mundo, pero en las manos equivocadas podría ser una amenaza. Vale decir, ¿vamos a dejar de utilizar la energía nuclear? Ciertamente no, pero es imperante hacerlo de una manera más segura.
De acuerdo con Sam Altman, CEO de Open AI, la inteligencia artificial tiene el potencial de mejorar prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas, pero también de crear grandes riesgos en los que todos debemos trabajar para evitarlos.
Quienes trabajamos en el mundo de la tecnología estamos conscientes del enorme potencial que nos brinda para vivir mejor, pero también de sus riesgos, por esta razón estamos obligados a cooperar con el entorno empresarial para una sana adopción de ella y, con los gobiernos, a fin de construir un marco regulatorio eficaz.
Vivimos en tiempos interesantes, es necesario abrazar la IA desde su potencial de desarrollo y construir colaborativa e innovadoramente un pensamiento crítico que nos permita mitigar posibles riesgos.
(*) El autor es empresario, conferencista y articulista en temas de transformación digital, datos e inteligencia artificial. Fundador y director general de Mobiik.
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