Ante las medidas de sanidad del gobierno de la Ciudad de México instrumentadas desde enero, los restaurantes capitalinos han ampliado sus espacios sobre las calles, para poder brindar un servicio de calidad a sus clientes en tiempos de pandemia.
Después de 10 meses de cerrar sus puertas debido al virus SARS-CoV-2, restauranteros exigieron al gobierno capitalino por medio de protestas, la reapertura de sus establecimientos, debido a la crisis económica y de desempleo.
De acuerdo con las cifras de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), en enero de 2021 alrededor de 90 mil unidades habían cerrado sus puertas debido a la suspensión de actividades económicas.
Autoridades y el gremio restaurantero llegaron al acuerdo de reabrir sus locales con medidas de seguridad requeridas: atender a sus clientes en espacios libres, tener 1.5 metros de distancia entre cada mesa, toma de temperatura y brindar gel antibacterial a las personas antes de su ingreso.
Restaurantes han invertido en sus nuevos espacios al aire libre sobre la vía pública, no solo en sombrillas, mesas y sillas; también en decorar el espacio para la comodidad de su clientela.
Los trabajadores comentan que a los comensales les ha agradado el servicio en la parte exterior de su establecimiento, también gracias a ello, su número de clientela ha aumentado al poder contar con un espacio más para su establecimiento.
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“Lo que fue entre lámparas, mesas, sillas, sombrillas, la inversión fue alrededor de 20,000 pesos”, apuntó Luis, dirigente de operaciones del restaurante Yosso en la Condesa.
“Colocar sillas, mesas, carpa, decoración en este espacio en la parte de afuera, nos llevó alrededor de 15 o 20 días”, dijo Ismael Chávez, pastorero de El Tizoncito, en la Condesa.
“La mayoría prefiere afuera. La gente se siente más cómoda y nosotros tenemos más espacio para hacer producción de cosas. Subió mi porcentaje de clientela porque adentro tenemos espacio solo para cinco mesas y afuera tenemos tres mesas extra que podemos aprovechar”, destacó Carla Martínez, gerente del restaurante Alma Mía.
La parte administrativa de los restaurantes tuvieron hasta el último día de junio para realizar su registro de su respectivo espacio interior y el exterior que se ocuparía en vía pública en el Sistema Electrónico de Avisos y Permisos de Establecimientos Mercantiles (SIAPEM).
El programa “Ciudad al Aire Libre”, instrumentado por la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, ha apoyado la labor restaurantera para aumentar la asistencia de clientes.
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“Debido al aumento de los casos, algunos restauranteros quieren implementar un programa de registro de niveles de oxígeno y ozono de los establecimientos, para tener más gente dentro o fuera del lugar, y así hallar un mecanismo que sean más seguro y con mejor certeza sanitaria. Pero el estar ocupando 60% de los interiores en vía pública, nos ha dado un respiro”, agregó Emilio Nájera, Presidente de Canirac de Gustavo A. Madero.
No solo han sido afectados por la pandemia, también por la crisis económica. De acuerdo a Nájera, entre el 20 y 25% de restaurantes cerraron por la epidemia de Covid-19.
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