La Cámara baja y el gobierno socialista aprobaron una ley que regulará los precios y frenará los descuentos en los productos del minorista; pasará a revisión del Senado y se espera que para finales de este año sea decretada.    Reuters   PARÍS – Los parlamentarios franceses apuntaron a Amazon en un intento por proteger las librerías locales al aprobar una ley que prohíbe a los vendedores online de libros ofrecer el reparto gratuito de los libros además de un descuento máximo del 5%. La ley es parte de una regulación más amplia sobre los precios de los libros y frena los descuentos, que fueron aprobados en 1981 por el Gobierno socialista, en un momento en que trataba de proteger a las pequeñas librerías frente a las grandes cadenas de supermercados. En la pasada década, las ventas online han desafiado a las tiendas tradicionales, llevando a que los editores franceses presionen para cambiar una ley y parar lo que denominan “dumping” y “competencia desleal” de Amazon. Según un informe parlamentario, las ventas de libros online subieron un 13.1% del total en 2011 frente al 3.2% en 2003. El país aún tiene más librerías que otras naciones, con entre 2,000 y 2,500 en un territorio de 65 millones de habitantes, frente a las 1,000 de Reino Unido, con casi la misma población. “La ley (de precios de libros) es parte de nuestro legado cultural”, dijo el parlamentario conservador Christian Kert, que patrocina la ley. La Cámara baja francesa, con el apoyo del Gobierno socialista, aprobó la ley unánimemente. Ahora pasará al Senado, que se espera que la apruebe a finales de año. Amazon dijo que la ley tendrá el perverso efecto de afectar las ventas de libros del catálogo de obras completas y de pequeñas editoriales, que con frecuencia compraban por Internet. “Todas las medidas que tienen por objetivo elevar el precio de los libros vendidos por Internet frenarán la capacidad de los franceses de comprar trabajos culturales y son discriminatorias contra quienes compran por Internet”, dijo la empresa. Se trata del último ejemplo de Francia frente a los gigantes de Internet de Estados Unidos. La semana pasada, el regulador galo de protección de datos se acercó más a la posibilidad de multar a Google por el modo en que almacena y rastrea la información de sus usuarios después de que el motor de búsqueda ignorase un ultimátum de tres meses para ajustar sus prácticas a la ley del país. Francia ha pedido a la Unión Europea que regule más las compañías de Internet como Google, Amazon y Facebook para compensar su creciente dominio del comercio y los servicios online. También impulsa ante la OCDE y el G20 unas normas fiscales más duras para asegurarse de que las empresas de Internet no eluden el pago al ubicar su sede en algunos países de la UE. Amazon y Google están sujetas a auditorías fiscales en Francia.

 

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