La secretaria de Energía, Rocío Nahle, visitó una refinería en la India que pretende abandonar la producción de gasolina y diésel para elaborar solo petroquímicos y combustible para aviones. Ubicado en el estado de Guyarat, al oeste de la India, el complejo refinador Jamnagar pertenece a la compañía Reliance Industries, propiedad del empresario Mukesh Ambani, el decimotercero hombre más rico del mundo, según la lista Billionaires 2019 de Forbes. La visita de la titular de la Secretaría de Energía (Sener) a dichas instalaciones que procesan 1.24 millones de barriles de crudo diarios surgió por órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador con el objetivo de traer a México “la mejor experiencia” y equipos para la refinería de Dos Bocas en Tabasco, su megaproyecto del sexenio. Pero la compañía india tiene como objetivo eliminar la producción de gasolina, diésel y alquilatos. Esta dirección responde a la evolución global del mercado de autos eléctricos y un declive en la demanda de combustibles, de acuerdo con el reporte anual 2018-2019 de Reliance. “La lista de productos de la refinería de Jamnagar, en la culminación de la transición de petróleo a químicos, será solo de combustibles para aviones y petroquímicos”, agregó la empresa  en el documento.
Reliance explicó en su reporte que su segmento de refinación reportó una caída de 19.8% de sus ganancias antes de intereses e impuestos en medio de un entorno de margen de precios desafiante y una demanda de gasolina particularmente débil en la segunda mitad del año. El gigante refinador recordó que los nuevos complejos en Asia han anunciado proyectos con conversiones de aceite a petroquímicos de 25 a 40% . “Algunas compañías están invirtiendo para integrar refinación a petroquímica para maximizar los rendimientos de petroquímicos de cada barril de petróleo procesado. Esto posiblemente puede conducir a ahorros de costos significativos a través de economías de escala y mejorar la competitividad de las empresas que emprenden tales proyectos”, agregó la firma asiática. El gobierno mexicano pretende construir Dos Bocas con 8,000 millones de dólares (mdd) en tres años para reducir las importaciones de gasolina y diésel del extranjero, como parte de su política de soberanía energética. La megaobra energética planteada por López Obrador y Nahle procesará 340,000 barriles de crudo diarios, contará con 17 plantas de proceso y 93 tanques y esferas, que generarán 23,000 empleos directos y 112,000 indirectos, según la cifras de la Sener. Forbes México consultó a la Sener sobre el tema pero no obtuvo respuesta hasta la hora de esta publicación.

 

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