El mercado legalizado de cannabis (lúdico, medicinal e industrial) además de ser una tendencia global en expansión; representa la consolidación de una rama industrial que está transformando la economía y que es una de las pocas que seguirá creciendo, con altas tasas de rentabilidad y con nuevos mercados; pero -además de ello- puede ser clave para combatir la crisis ecológica mundial.
La crisis del agua, los incendios forestales, la contaminación de aguas, suelos y del aire, además de la búsqueda de la mayor calidad y rendimientos obligaron a trabajar horas extra a las mentes científicas detrás del cannabis y produjeron una ola de hallazgos radicales.
Por ejemplo, el cultivo del cannabis genera diariamente avances tecnológicos, innovaciones y herramientas que pueden contribuir a diseñar soluciones en temas como el cambio climático, alimentación, tratamiento del agua, regeneración de los suelos, eliminación de residuos y reciclaje, entre otras.
La aplicación generalizada de estos mecanismos resultaría en un cambio radical en las prácticas ganaderas y agrícolas, impacta en la medicina tradicional y favorecería ajustes en los procesos industriales para contribuir a un cambio cultural y un mayor interés por el medio ambiente y los recursos naturales.
Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado
Nueva agricultura. Ante una creciente demanda y siempre en ascenso,los cultivadores de cannabis desarrollaron técnicas de avanzada para producir en mayor cantidad, más rápido, con mejor calidad, menos agua, sin fertilizantes ni pesticidas, cero químicos, totalmente calidad orgánica certificada, en condiciones diversas de suelos, clima, temperaturas, humedad, altura, iluminación y oxigenación.
Como consecuencia, en la industria se cuenta con muchos procedimientos que pueden contribuir a paliar la crisis alimentaria. Todo tipo de cereales, frutas, vegetales, flores, legumbres que pueden acelerar su crecimiento, incrementar el número de cosechas por año, con menor daño ecológico, menos desperdicio de agua; libres de metales pesados y que duran más en los anaqueles.
Se han hecho ya ensayos en todo el mundo con resultados verdaderamente sorprendentes, cosechas duplicadas en tiempo récord, fuera de estación, con una mejor concentración de nutrientes, sin los nocivos efectos de pesticidas, herbicidas o fertilizantes químicos, casi el doble de peso, tamaño con una consistencia, color, sabor, aroma y composición nutritiva excepcional.
Procesos de secado sin calor, que preservan el producto en mejores condiciones y no desperdician energía, extracción de aceites esenciales sin residuos químicos dañinos, todo es posible y todo puede servir para alimentar a mas gente en mejores condiciones y a menores costos.
Tratamientos para aprovechar cada gota de agua, bio fertilizantes naturales, modernas técnicas de genética, inseminación, clonación, germinación; nuevas variedades y especies con tremenda capacidad de adaptación, resistencia, crecimiento, los expertos del cannabis pueden contribuir de diversas maneras.
Más todavía, la industria produce suplementos nutrimentales de alta calidad, proteína, concentrados, extractos y fibras para mejorar la salud y el rendimiento tanto para consumo humano como animal en procesos totalmente orgánicos con muy baja huella de carbono, menos metano, menos gases de efecto invernadero.
La cultura Cero desperdicios. Cada gota de agua cuenta, cada material utilizado, todos los empaques, toda la basura, todos debe ser reciclable. Energía eólica, solar, sustentable, en todos los procesos y en cada paso de la producción cáñamo y cannabis están a la cabeza de las transformaciones.
¿Ya nos tienes en Facebook? Danos like y recibe la mejor información
Un galón de agua puede reciclarse hasta 6 veces y aún después puede llevarse a otros usos secundarios; adelantados a su tiempo los sistemas de agua de la industria cannábica pueden coadyuvar a resolver muchos de los problemas de abasto en ciudades y a reducir el impacto desmedido de la agricultura, acuacultura y la ganadería en el stress hídrico.
De la planta se aprovecha todo, los residuos sirven para nano-materiales, fibras, filtros y hasta fertilizantes, aromatizantes, restauradores de suelos, ropa, cosméticos naturales, medicina tradicional, ropa y hasta plásticos pueden ser obtenidos a mejores costos y a gran escala.
La metamorfosis de prácticas tradicionales sería otra ventaja, si el consumidor tuviera acceso a la medicina tradicional alternativa para padecimientos como el dolor, el stress, la ansiedad, la depresión habría un cambio de juego en la movilidad de sustancias químicas dañinas y peligrosas.
Reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos es un imperativo, sus agentes cancerígenos ya saturaron el medio ambiente; no podemos seguir consumiendo alimentos de manera excesiva y desperdiciando todos los días comida; cada día estamos más cerca de convertir el planeta en un basurero global.
Por si fuera poco, tenemos que combatir padecimientos como la obesidad, la mala nutrición, la comida chatarra y cientos de enfermedades relacionadas con el consumo de alimentos de baja calidad, artificiales, contaminados y llenos de sustancias nocivas, igualmente la industria tiene mucho que aportar al respecto.
Transformación cultural. Los números y las tendencias, además de los argumentos de mercado y consumo ya las hemos expuesto en este espacio; hoy insistiremos en que la parte medicinal, alimentaria e industrial del cáñamo no tiene nada que ver con su libre consumo, ahí hay oportunidad de negocios, empleo, cambio tecnológico, bienestar social.
A la industria hay que liberarla de prejuicios y de objeciones absurdas, tasemos las distancias argumentales en términos de ventajas, posibilidades, escenarios y construyamos un mejor porvenir basados en el respeto a la naturaleza, es parte de la deuda con las generaciones futuras.
Contacto:
Correo: [email protected]
Twitter: @CapitolCComm
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
