Hace unos años leí en la versión impresa de esta publicación de Forbes México sobre algunas personas, grandes líderes empresariales del país han llevado a cabo inversiones y aventuras económicas en medio de crisis. Eso me llevó a profundizar aún más en el cómo lograron salir avante ante tales empresas, resultando en un elemento clave: planeación.

Sin ser redundante, sabemos que el entorno mexicano económico, de los negocios, la regulación y la relación con autoridades dentro del sector de los combustibles es tensa, por decir lo menos; pero esto nos invita a dirigir los negocios e inversiones con una perspectiva de planeación estratégica, trillado quizás, pero muy necesario cuando se observa que los indicadores del sector sobre las utilidades están siendo sobresalientes que, según datos de la SENER, el valor de las ventas de combustibles han aumentado poco más de un 13% desde 2021 a la fecha; sin pasar por alto el desbloqueo al impasse que existía en la Comisión Reguladora de Energía para el otorgamiento de permisos.

Así pues, con el inicio de estas líneas y el breve panorama explicado en el párrafo anterior, antoja un escenario como al que llevó a varias mexicanas y mexicanos al éxito económico en medio de una crisis. Lo que nos lleva a la pregunta más que obligada:

¿Cómo crear la oportunidad sin caer en la locura al invertir en gasolineras?

El primer paso es decidir iniciar un negocio con una rentabilidad promedio al cabo de 4 a 5 años de vida, pero con una perspectiva de funcionar por encima de los 40 años. No es como invertir en “stocks”, pero tampoco se trata de meter tu dinero en bitcoin.

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El segundo paso, es armar una línea de tiempo que concilie el presupuesto y objetivos (cuántos expendios serán abiertos, en qué periodo de tiempo, estudios ambientales y de negocios, etc.), con otros elementos como la ubicación del sistema de expendio, regulaciones y procesos legales, así como el modelo de negocio que se adoptará, es decir, si la gasolinera será con alguna marca privada o PEMEX, o en todo caso, optar por una marca propia con diferenciadores de servicio que cubran las necesidades de los consumidores, a esto se le conoce en el como “banderas blancas” que, dicho sea de paso, es un modelo de negocio gasolinero que está cobrando fuerza ante el escenario de salida de varias “grandes marcas”; sin pasar por alto que, elegir el modelo de negocio es primordial a la hora de calcular los márgenes e ingresos.

Finalmente, pero no menos importante, es la forma en que se administrará el negocio; uno de los elementos clave en una gasolinera moderna es la aplicación de tecnología para la reducción de pasivos laborales y gastos operativos, además de que brindará puntos extras con los clientes al tener un diferenciador de despacho, administrativo, de servicios o pagos. Siendo algunos de estos elementos a considerar al momento de firmar o crear un modelo de negocios. Otro aspecto importante es el diseño de la gasolinera, los materiales a usar y, en general, darle un enfoque direccionado a la economía circular o políticas de gobernanza, ambiente y sociales, entre otros.

En este sentido, comenzar a invertir en un negocio de combustibles resulta más una oportunidad que una locura.

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Contacto:

Santiago F. Arroyo Seguedo, especialista en materia de energía y petrolíferos, director general de Ursus Energy.

Twitter: @SarroyoSi

Correo: [email protected]

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