Richard Wrangham es un primatólogo británico que trabajó en su juventud al lado de la famosa Jane Godall. Ha estudiado a detalle el comportamiento de los simios y ha propuesto que la auto-domesticación del ser humano fue fundamental para la evolución de nuestra especie. Tiene varios libros y muchos videos en Youtube, muy amenos e interesantes.

¿Qué nos dice? Que la especie humana es sumamente cooperadora hacia su propio grupo, aunque puede ser muy agresiva contra los demás. Para entender esta dicotomía, hay que diferenciar dos tipos de violencia: la reactiva, que es caliente e instintiva, y la proactiva, que es premeditada y fría. El ser humano ha disminuido la primera y perfeccionado la segunda.

La auto-domesticación, mediante la reducción de la violencia reactiva, nos ha permitido coexistir en grandes comunidades de manera pacífica, realizar trabajo en equipo, seguir reglas, respetar a los demás e incluso, sacrificarnos por otros. La inteligencia del ser humano es colectiva, mucho más que individual.

De acuerdo a Wrangham, esto es producto de selección natural (cultural y biológica) en la evolución de la especie que se inició hace más de 300 mil años. ¿De qué manera? Castigando la violencia reactiva, eliminando a los macho alfa, esos que intentan dominar a otros por la fuerza, sin respeto alguno a las leyes de convivencia.

¿Quién los eliminó? Los machos beta, los de segundo nivel. Lo hicieron mediante el lenguaje, la inteligencia de grupo y la intriga. Es decir, que los beta utilizaron la violencia proactiva para disminuir la violencia reactiva de los alfa. De esa manera, la política, la inteligencia social, el lenguaje y la fuerza de grupo fue usada en contra de los machos dominantes y agresivos. Piensen en el asesinato de Julio César como ejemplo, aunque, como decimos, esto es un proceso de 300 mil años.

Consecuentemente, generación tras generación, los machos alfa fueron teniendo menos oportunidad de reproducirse. Al bajar la violencia reactiva en el grupo, fuimos capaces de convivir en comunidades cada vez más grandes y complejas, y fuimos enfatizando estos rasgos biológicos y culturales en nosotros mismos.

En resumen: Los machos alfa no son bien vistos por la cultura humana porque no respetan reglas (la ley no es la ley para ellos), no respetan acuerdos (la Constitución), no toleran límites a su poder (contrapesos, Poder Judicial, instituciones), no toleran la crítica (amenazas y agresiones contra periodistas y ciudadanos libres), se sienten dueños de todo y de todos, sólo la sumisión es tolerada y aborrecen, sin duda, la libertad de los demás.

Si llegan al poder, se dedican a atacar a los rivales y a desmantelar la democracia. Para lograrlo, fomentan el tribalismo entre sus seguidores con la ficción del “nosotros contra ellos”, en donde “nosotros” son los sumisos y “ellos” son los independientes. Y aquí es donde la historia se complica, pues algunos ciudadanos se alían con el nuevo macho alfa con la fantasía de que van a tener más poder sobre los demás. Sí, el macho alfa moderno necesita seguidores y los consigue con plata, con plomo o con engaños.  

Con el neo-populismo y la emergencia de líderes autoritarios, estamos dando un paso hacia atrás y contradictorio en la evolución. Los populistas, los nuevos machos alfa, usan la violencia proactiva (no la reactiva), con todas sus herramientas: Propaganda, cambio de leyes, simulación, ejército, policía, grupos para-militares y descrédito a opositores, para desmantelamiento de la competencia política y supresión de las libertades individuales.

Para combatir esta tendencia regresiva tenemos que anteponerle a los tiranos de hoy, la misma medicina: Organización, inteligencia, planeación, trabajo en equipo, voto masivo, comunicación social, fuerza de grupo y fuerza institucional.

En síntesis, es una guerra entre dos ideas y dos grupos: Los que le han cedido todo su poder al nuevo macho alfa y los que saben que ningún macho alfa debe ser tolerado por ningún motivo.

No todos entienden esta batalla, pero de eso se trata la próxima elección. No se trata de exterminar a éste o a cualquier otro tirano, se trata de neutralizarlo para que la inteligencia siga siendo colectiva y nadie se sienta dueño de la vida de los demás. La evolución del sistema político y de México están en el aire.

Contacto:
Santiago Roel R. es Director y fundador del Semáforo Delictivo, herramienta de rendición de cuentas, evaluación y análisis del comportamiento de la delincuencia y violencia en México.
www.semaforo.mx
Twitter: @semaforodelito
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