Escribo este texto a minutos de recibir una alerta por correo electrónico por parte de Buró de Crédito. En ella me avisan que mi historial crediticio fue revisado. Esto después de haber contratado el bloqueo del propio Buró de Crédito y haber dejado cerrado el acceso, como lo recomienda Condusef.

La semana pasada tuve que bloquear cuatro veces la visibilidad de mi historial porque sin notificación ni causa aparente, simplemente se desbloquea.

Esto se agrava cuando en México el ingenio es confundido con maldad y se agotan los objetos materiales por robar. ¿En qué momento la identidad pasó de ser un atributo de la personalidad a un bien que se tiene que guardar con candado, porque te lo roban?

¿Cómo empezó esto?

Una persona en Zapopan, Jalisco, compró una base de datos en internet con mi pasaporte e INE. Alteró las fotografías para poner las suyas y ahora visita bancos, cajas de crédito y tiendas abriendo créditos a mi nombre.

El tráiler y las dos camionetas que compraron a mi nombre y con las que empezó esta historia hace tres años motivaron que pusiera una denuncia ante el Ministerio Público de la Alcaldía Benito Juárez, solo para lograr que las empresas recibieran mi queja y dejaran de acosarme para pagar, porque la persona en Zapopan parece disfrutar con soltura e impunidad esta práctica que mantiene hasta hoy.

Luego de una visita a la oficina de Codusef en Insurgentes Sur y escuchar que nada podían hacer, salvo recomendar la obviedad de cuidar mis datos y bloquear la consulta de mi historial crediticio, me enfoqué en ello.

A bloquear todo, si se pudiera

En el viaje aprendí que no solo habría que bloquear la información de Buró de Crédito, sino también de otra institución que se llama Círculo de Crédito. En ambos casos, contratas este servicio de bloqueo que suena más a un “uso de suelo”: te cobran para que no entren a tu perfil, lo consulten y te roben. Por unos meses, quien pretenda levantar un crédito a tu nombre se llevará una sorpresa porque las empresas a las que quieran defraudar necesitan consultar el historial crediticio, que ahora está bloqueado.

Solo que en este momento el sorprendido soy yo, porque no solo me robaron la identidad, han hecho mal uso de mis datos y me han generado créditos fraudulentos, sino que la única defensa que tenía para evitar que siguieran comprando cosas a mi nombre —que era el servicio de bloqueo de Buró de Crédito— no funciona.

En las últimas tres semanas se ha desbloqueado 13 veces, mismas que he reportado por correo, por teléfono y hasta de manera presencial, dada la gravedad del tema, sin que se haya hecho algo al respecto.

Hablé con asesores y supervisores de Buró de crédito. Algunos me tildan de confuso y me guían por obviedades; otros me piden enviar correos que no me contestan y en la visita presencial, el gerente en turno me prometió escalar el tema porque efectivamente notaba algo raro, pero no sabía qué. Así van dos meses de esa visita. Busqué al director —el Sr. Mauricio Gamboa— para externarle lo delicado de la situación. No hubo eco.

Las consultas siguen pasando

Cuando en esa oficina solicito un “log” o registro de la actividad en mi cuenta para ver por qué se desbloquea, me lo niegan con diferentes excusas. La última semana, de plano, ya me dicen que el servicio no sirve, que presenta intermitencias o que a pesar de haber pagado, no pasó la transacción.

Mientras esto sucede, y –—desde luego, sin que yo los haya solicitado— potenciales créditos en forma de consulta a mi historial se cuelan cada semana: American Express, Banco Bimeo, Jalisco Motors, HSBC, Financiera Independiente, Rocket, Omnia Capital, Kubo Financiero, Caja Tamazula, BanCoppel y Palacio de Hierrro son las que el propio Buró de Crédito me indica en el reporte de expediente que en un mes y medio —lo que va de 2024— pretenden asociarme a un crédito. Con Caja Tamazula, por ejemplo, sí pasó un préstamo por 250 mil pesos.

Encontrar solución donde parece no haber

“No vas a poder hacer nada”, me dijo un empleado de la Condusef a la salida de sus oficinas. “Aquí atendemos otras prioridades y en esos casos no hay nada que puedas hacer”.

No quiero alterar la paz ajena, pero con este relato quiero compartir la urgencia para que se consulte regularmente el historial crediticio en ambas instituciones y se contraten las respectivas alertas, en lo que funciona el bloqueo.

Desconozco la vida que pueda sumar el acto de generar créditos ajenos, pero hasta donde he llegado, la única herramienta eficaz que puede detener este delito, que es el servicio de bloqueo de historial, de Buró de Crédito, no sirve.

Contacto:

* Eduardo Navarrete es especialista en Estudios de futuros, periodista, fotógrafo y Head of Content en UX Marketing.
Linkedin: https://www.linkedin.com/in/eduardo-navarrete
Mail: [email protected]
Instagram: @elnavarrete

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