(Reuters) – La presidenta de Perú, Dina Boluarte, dijo este viernes que está dispuesta a conversar con las fuerzas políticas y civiles del país sobre un adelanto de las elecciones, pero afirmó que ahora no es el momento de promover una Asamblea para cambiar la Constitución.

Boluarte, que asumió el miércoles tras la destitución de Pedro Castillo, pidió calma al país ante los brotes de algunas protestas en apoyo al exmandatario y pedidos de elecciones generales anticipadas en el país.

“Si la sociedad y si es que la situación lo amerita adelantar elecciones, en conversación con las fuerzas democráticas y políticas del Congreso, nos sentaremos a conversar”, dijo Boluarte a periodistas saliendo de su domicilio en un distrito limeño, antes de enrumbar a Palacio de Gobierno.

Te puede interesar: Perú transmite a México su rechazo por la injerencia en sus asuntos internos

Imágenes de la televisión local mostraron temprano el bloqueo en un tramo de la principal carretera de la costa peruana, a 300 kilómetros al sur de Lima, por parte de cientos de agricultores que exigían adelantar las elecciones.

Otras protestas con pedidos similares y de apoyo a Castillo se habían registrado también el jueves, aunque moderados, en algunas calles de Lima y ciudades del interior del país.

Boluarte, una abogada de 60 años que era la vicepresidenta de Castillo, se convirtió en la primera mujer que asume la magistratura del país y debe cumplir el mandato actual hasta el 2026, según la Constitución.

“Quiero llamar a las hermanas y los hermanos que están saliendo en protesta, seguramente con razón o sin razón, quiero llamar a ellos: calmémonos”, dijo la mandataria. “No he sido yo quien ha provocado tal situación, acá estoy solo cumpliendo el rol constitucional (…) busquemos una salida pacífica”.

Respecto a los pedidos de algunos partidos de izquierda y de un sector de la población de convocar a una asamblea constituyente para redactar una nueva Constitución, la mandataria dijo que es un reclamo postergado que no se debe abandonar.

“Pero creo que éste no es el momento, ahorita el Perú está atravesando una crisis política y hay que solucionar la crisis económica y alimentaria”, dijo Boluarte.

Fotogalería: Perú, 6 presidentes en 6 años

La presidenta dijo además que planea visitar en prisión a Castillo, cuyo “golpe de Estado nos sorprendió a todos, inclusive a sus ministros”.

“Quisiera visitarlo y saber qué pasó”, destacó Boluarte.

Castillo permanece en una prisión policial de la Lima, donde también está recluido el expresidente Alberto Fujimori, según autoridades judiciales.

Sobre la designación de su primer gabinete de ministros, la presidenta dijo que sería entre viernes y sábado.

El sorpresivo cambio de mando en Perú no ha surtido al menos hasta ahora efectos negativos en los mercados y analistas afirman que las instituciones económicas y financieras de Perú se fortalecen a la volatilidad política.

Sin embargo, Boluarte, que pidió una tregua en su primer discurso al asumir el poder, tendrá que ir con cuidado para evitar el destino de otros gobernantes que se han visto forzados a dejar el Palacio de Pizarro antes del final de sus mandatos.

Apoyo de Argentina, roces con México

Después del reconocimiento de la víspera a la nueva presidenta de Perú por parte de Estados Unidos, Boluarte anunció el viernes que el mandatario argentino, Alberto Fernández, la llamó para expresarle su apoyo, apenas dos días después de su precipitada designación al frente del país.

“Agradezco la llamada del presidente de la hermana República Argentina, @alferdez, en la que expresó su respaldo, apoyo y colaboración en el marco del fortalecimiento de nuestra democracia, las relaciones bilaterales y las políticas regionales por el desarrollo de Sudamérica”, dijo en Gorjeo.

En medio de la cautela de otras naciones de la región, México informó el jueves que comenzó consultas con autoridades del país sudamericano sobre una solicitud de asilo político de Castillo, mientras se encuentra entre los gobiernos que no ha reconocido a Boluarte.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, que nunca ha ocultado su simpatía por el gobernante destituido, lamentó además su remoción.

En respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores peruano anunció el viernes que convocó al embajador mexicano en Lima, Pablo Monroy, para pedirle detalles sobre las palabras de López Obrador y del canciller Marcelo Ebrard.

“Las expresiones de las autoridades mexicanas constituyen una injerencia en los asuntos internos del Perú, y no resultaron consistentes con los acontecimientos que se han sucedido en días recientes”, afirmó la Cancillería en un comunicado.

Con una larga tradición de acogida a políticos y personalidades, México asiló recientemente al exmandatario de Bolivia Evo Morales tras la grave crisis interna que trastorno aquel país.

 

Siguientes artículos

disputa comercial
OMC falla contra EU y a favor de China en disputa comercial por acero
Por

La Organización Mundial del Comercio consideró que las medidas comerciales de acero de EU eran inconsistentes con sus re...