Por Ana Pazos*   Uno de los factores fundamentales para que las empresas tengan éxito, es contar con profesionales que sepan liderar los cambios necesarios para enfrentar el dinámico mundo de los negocios de hoy. Además de todas las responsabilidades tradicionales que siguen ejerciéndose, los directivos tienen que enfrentarse y liderar las transformaciones necesarias para conseguir que su empresa sea “mejor, más rápida y más rentable”. El éxito de estas transformaciones, según demuestran diversas investigaciones, depende en un 70% u 80% del liderazgo y sólo en un 10% de la gestión.  El mundo de los negocios está más urgido que nunca de líderes que sepan implementar el cambio. Encontrar a este tipo de profesionales no es fácil. Pero les tengo una buena noticia: existe un grupo de talento que tiene habilidades específicas para lograrlo: Las mujeres. En otras palabras, pareciera ser que las mujeres fueron genéticamente programadas para liderar y gestionar cambios, ¡Incluso mejor que los hombres!. ¿Porqué me atrevo a realizar tal afirmación? Para empezar, una fuerte característica de la mayoría de las mujeres es que su liderazgo es colaborativo y basado en relaciones.  El entorno actual de negocios demanda el uso de “habilidades blandas” (soft skills), para poder influir y persuadir. Aunque estas habilidades no son de uso exclusivo de las mujeres, ellas en general tienden a utilizar mejor el diálogo, la mediación y a construir relaciones más duraderas. Incluso, hay estudios que demuestran que el cerebro de la mujer contiene más materia blanca, lo que permite integrar mejor lo lógico y la intuición. Además, tienen una corteza cerebral más desarrollada para regular la memoria y las emociones. El estilo de liderazgo apropiado siempre dependerá del contexto. Pero, un estilo de liderazgo no coercitivo, basado en el trabajo en equipo y la construcción de relaciones, generalmente funciona mejor en las organizaciones modernas. Y este es un estilo que en general, las mujeres adoptan con más naturalidad. Además, las mujeres líderes en general tienden a verse a sí mismas como el centro de una red en lugar de verse como la punta de una pirámide, y la colaboración en “red” es precisamente lo que marca las organizaciones más disruptivas y con mejor gestión del cambio. Gracias a esto, el liderazgo femenino tiende a estimular un ambiente de trabajo saludable, con un alto coeficiente emocional, de empatía y compasión, que son cualidades claves para el mundo de los negocios actualmente. Un estudio liderado por el Peterson Institute for International Economics revela que tener más mujeres líderes en empresas puede aumentar significativamente su rentabilidad, demostrando que una organización que tenga mujeres en una tercera parte de sus puestos de liderazgo, podría sumar hasta 6 puntos porcentuales a su margen neto. Pero… (y aquí viene el pero), a pesar de todo esto, en la actualidad las mujeres solo representan el 5.8% por ciento de los CEOs de las 500 empresas de Standard and Poors.  La desigualdad de genero está jugando hoy en contra del resultado y performance de las empresas. Para crear un liderazgo para el futuro que sepa enfrentar y gestionar el cambio, las organizaciones deben ser capaces de atraer y retener el talento femenino. ¿Cómo lo logramos? La solución es una muy básica y que es común entre las nuevas generaciones: la flexibilidad. Las políticas de trabajo flexible, remoto y basado en resultados, deben ser la norma; no hay ninguna razón por la cual las empresas no deban aceptarlas para sus puestos de liderazgo femenino, especialmente considerando que las tecnologías de comunicación y colaboración lo facilitan más que nunca.    La flexibilidad laboral es fundamental para tener una vida en Equilibrio. Por otro lado, está comprobado que una vida equilibrada y feliz, propicia que un profesional sea más productivo y eficiente. Uno de los principales problemas que detecto en mis sesiones de Coaching con altas ejecutivas de grandes corporaciones, es que están agobiadas por sus responsabilidades profesionales y con una vida en total desequilibrio. La retención de talento femenino en estos casos se vuelve un desafió de resolver. Las empresas deben de asegurarse que sus líderes mujeres tengan la estructura y el soporte necesario para que puedan vivir una vida en Equilibrio, en donde sus responsabilidades profesionales no opaquen ni desaparezcan las otras áreas de su vida (familiar, de pareja, salud, hobbies). De esa manera, podrán atraer y retener el talento femenino necesario para liderar los procesos de cambio.  Esto debería ser una decisión fácil y transparente para las empresas. Que lo hagan por ser políticamente correctos y también para aumentar por lo menos 6% su rentabilidad.     Contacto: Linkedin: Ana Pazos Life Coach Web: www.anapazoslifecoach.com  

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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