No es tan grave que te roben la identidad como la frustración que genera la laberíntica odisea para revertir el fraude en tu historial e intentar que a las autoridades les parezca siquiera relevante, lo que a todos es inaceptable: que despojen de lo que sea al ciudadano sistemáticamente, existiendo eficientes métodos de atención y prevención. 

Hace un año vi la foto de un bigotón que nada se parecía a mí en un pasaporte con mis apellidos,  CURP y mi fecha de nacimiento. Pensé que el farsante era yo, porque el documento estaba tan bien hecho que daban ganas de guardarlo en el fólder de documentos importantes o —mejor aún— mostrarlo sin recato en todas las ventanillas posibles.

Así empezó todo

Estaba de vacaciones cuando recibí un correo electrónico que parecía ser el anzuelo de un phishing más, pero en esa ocasión el texto del autor no me regalaba nada ni me trataba de convencer de hacer click en una liga. 

Por el contrario, se presentó con nombre y apellidos, cargo y teléfonos y se limitó a dejar un mensaje: “todo apunta a que fuiste víctima de robo de identidad”.

Desde luego entré en contacto con él para validar la información y saber cómo le hace uno cuando usan un holograma con lo que pareciera que apunta a ser “tú”, para cometer ilícitos. La filosofía cruzada con la ontología al servicio del oportunismo colmilludo.

El remitente del correo resultó ser titular de un área antifraudes y entre otras explicaciones, puso el reflector sobre el hecho de que mi nombre y apellidos tenían un cuantioso crédito en contra, por lo que recomendaba consultar mi reporte de crédito cuanto antes.

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Alguien había falsificado un documento de identidad oficial con mi nombre, apellidos y otros datos y había decidido comprado un tráiler a mi nombre. Pensé en las ventajas que podría tener el trasiego de bienes por mis rumbos, pero al no encontrar una, pedí orientación para reclamar este crédito y me respondieron con tres pasos inmediatos:

Levantar una denuncia ante la FGJ

Enviar documentación oficial que acreditara ser yo (esta era la más interesante)

Llenar una carta con el relato detallado de los hechos dirigida a la empresa con la que se contrató el fraude

Pero en la fiesta nacen nuevos vendavales. Al revisar mi reporte de crédito encontré otro gol. En esta ocasión el compromiso era con un banco y se trataba de un crédito hipotecario que junto con la adquisición del tráiler convencían a cualquier sociedad crediticia de mi solidez en la agresiva expansión del negocio que no tengo.

De esa forma fue en la que me convencí de lo que había jurado con un bostezo, no hacer: acudir a la Delegación Benito Juárez para levantar la denuncia, donde un funcionario anticlimático, pero muy amable atendía a tres personas de manera simultánea solo que con la eficiencia repartida en seis partes porque además escuchaba —y reía— con un programa de radio, bromeaba con un compañero y revisaba lo que parecía ser un expediente con una señora. 

El agente se limitó a fungir como chatbot en un ambiente análogo. Como el sistema no andaba “muy estable” (¡ah, qué sistema!), me daría instrucciones para levantar la denuncia digital en mi celular. “Nadie que él conociera había podido hacerlo solo en esa opción”, me confió con un dejo de orgullo, como si los sistemas hubieran sido pensados para usarse bajo la guía de un lazarillo.

Levanté la denuncia y mantuve comunicación constante con el banco y con la financiera del tráiler. La segunda fue muy eficiente y en un mes confirmó la eliminación del crédito. Con la primera tuve que contactar vía LinkedIn al Director General de Transformación Digital para que me hicieran caso. 

A partir de ahí, en una semana me confirmaron la liberación de tal crédito, pero vendrían 7 más que dejarían claro que es mucho más fácil que un defraudador lleve a cabo sus prácticas a que la autoridad prevenga y apoye a quien fue víctima de este delito.

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Contacto:

Eduardo Navarrete es Head of Content en UX Marketing, especialista en estrategias de contenido y fotógrafo de momentos decisivos.

Mail: [email protected]

Instagram: @elnavarrete

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