El sismo que sacudió al sur y centro del país golpeó a Petróleos Mexicanos (Pemex), pues el fenómeno natural forzó a un paro no programado en su refinería que más petróleo crudo procesa.
El complejo refinador Ingeniero Antonio Dovalí Jaime, ubicado en el municipio de Salina Cruz, Oaxaca entró en paro después de la salida de operación de sus turbogeneradores eléctricos y las calderas generadoras de vapor ante las altas vibraciones del terremoto, y como respuesta automática de protección.
“Esto conllevó a que se presentara un conato de incendio en la planta de alto vacío 2, el cual fue controlado y sofocado de forma oportuna y segura por el cuerpo de bomberos en la refinería”, precisó la compañía en un documento regional.
El pasado 23 de junio, un temblor de magnitud 7.5 con epicentro en Oaxaca dejó al menos cinco muertos en la entidad. Uno de ellos trabajaba en el área de inspección técnica de la refinería, y falleció en el Hospital General de la compañía tras caer de una estructura alta debido al sismo.
Inaugurada en 1979, la refinería de Salina Cruz posee la mayor capacidad para procesar petróleo crudo por 330,000 barriles diarios, aunque hoy, por falta de inversión y mantenimiento, funciona solo al 42% de su capacidad.
A este complejo le siguen las refinerías de Tula, con una capacidad de procesamiento de 315,000 barriles diarios y Minatitlán con 285,000 toneles.
La producción de Salina Cruz se concentra en el combustóleo (52,600 barriles diarios), gasolina (43,300) y diésel (16,000), de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía (Sener), en abril de 2020.
La compañía agregó en el documento que sus técnicos y especialistas de este centro de trabajo realizan los preparativos para poner en operación las plantas de proceso mientras las condiciones tras el temblor lo permitan.
Forbes México consultó a la compañía sobre el tema, pero declinó dar una fecha estimada sobre la reactivación del complejo.
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