Niños geeks serían más felices que los ‘cool’ cuando son adultos, revela estudio

Contrario a lo que ha mostrado la cultura pop a lo largo de los años, ser “cool” y popular no necesariamente lleva a una vida feliz. Un estudio de más de tres décadas reveló que las personas que fueron consideradas “geek” durante su adolescencia alcanzan un mayor nivel de bienestar con el paso de los años. En pocas palabras, son más felices. La investigación publicada en The Journal of Happiness siguió a 1,000 neozelandeses desde su nacimiento hasta cumplir 32 años, con el objetivo de responder una compleja pregunta: ¿Qué es lo que hace que un adulto sea feliz? Cada tres años, los participantes fueron entrevistados para evaluar distintos factores psicosociales: desde niveles de apego a sus padres y amigos, fortalezas, socioeconomía, participación en grupos, desarrollo de lenguaje y otros. Te interesa: El estrés laboral es tan dañino como el humo del cigarro Por encima de los logros académicos (0.12), la conexión social durante la adolescencia resultó el factor más relacionado con el bienestar de un adulto (0.62) ¿Esto quiere decir que un adolescente “popular” será más feliz en el futuro? En absoluto. El estudio definió que, más allá de ocupar un rol estelar en el ecosistema social de la escuela, lo importante es mantener vínculos sociales fuertes y “tener a alguien con quien hablar si tienes un problema o si te sientes molesto por algo”, detallan los autores. Pertenecer a un grupo es otro factor determinante, pero su “naturaleza” es completamente indiferente para fines prácticos. Esto significa que ser parte de la banda o el grupo de teatro aporta los mismos beneficios psicosociales que pertenecer a un equipo de deportes. En tanto, otros estudios indican que las personas que son populares durante su adolescencia tienden a desarrollar problemas para entablar relaciones significativas e interactuar con otros en su vida adulta. A pesar de estar fuera del reflector, los “geek” desarrollan habilidades interpersonales que son de mayor importancia en la vida adulta.

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