Es la tarde del último lunes de octubre de 2021. Enrique Beltranena viste una camisa negra con el símbolo de Volaris durante la videollamada y se muestra satisfecho de haber pasado casi todo el día en los terrenos de lo que será el próximo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en Santa Lucía. Tras los días más álgidos de la pandemia, durante el año pasado, la aerolínea que encabeza comienza a alzar el vuelo de nueva cuenta y su modelo de bajo costo parece ser la clave de su despegue.

“El modelo de Volaris funcionó. Eso es una cosa maravillosa, porque eso quiere decir que podemos crecer y aguantar [las] crisis”, dice, en entrevista, Enrique Beltranena, director general de Volaris.

El entusiasmo del ejecutivo guatemalteco no es gratuito. La empresa visualiza seguir creciendo en lo que resta de este año y acercarse a las cifras previas a la aparición del coronavirus SARS-Cov-2. Además, se ha convertido en la primera aerolínea en confirmar sus primeros vuelos desde el AIFA. Y, por si fuera poco, también pretende crecer en Centroamérica e incursionar en Sudamérica.

Las aerolíneas mexicanas no han vivido su mejor momento desde la contingencia sanitaria para evitar el contagio de Covid-19. Interjet ha dejado las naves en tierra por una huelga y enfrenta un proceso de quiebra, mientras que Aeroméxico presentó un proyecto de reestructura ante la Corte de Nueva York en un intento de llegar a un acuerdo con sus acreedores.

“En esta industria, cuando le va mal a alguien, nos va mal a todos, desgraciadamente. No me alegro de lo que están viviendo mis compañeros. Habiendo dicho eso, pues, la obligación nuestra ha sido llenar esos agujeros lo mejor que podemos y tratar, en la medida de lo posible, de beneficiar al pasajero”, comenta el director general de Volaris.

En el primer semestre de 2020, las principales aerolíneas de bajo costo, Volaris, Interjet y VivaAerobus, registraron un abrupto descenso de más del 40% en el transporte de viajeros.

La aerolínea fundada por Beltranena ha sabido sobreponerse al mal tiempo y muestra que las firmas low cost (bajo costo) tienen la oportunidad de avanzar frente a sus competidores y sumar nuevos viajeros.

“Lo interesante, a mi juicio, es la experiencia que ellas [las aerolíneas] tienen en el mercado y, precisamente, el hecho de que sean de bajo costo, pues ahora les da una ventaja competitiva”, dice Leticia Armenta, profesora investigadora del Tec de Monterrey.

Sin embargo, el director general de Volaris cree que la competencia de la compañía de bajo costo no son el resto de sus competidores del aire, sino en jugador de antaño, que se mueve por vía terrestre: el autobús, pues este sistema de transporte mueve a cerca de 30 millones de pasajeros.

Beltranena está convencido de que la estrategia de Volaris se ha centrado en atender la demanda de la clase media, y esa ruta lo ha llevado a la transformación de los camiones de pasajeros en vuelos. “Ha sido un gran paso [avanzar en este plan] y ha tenido un crecimiento sostenido en el largo plazo, que, así lo siento, todavía le da mucha oportunidad; y es que vemos una disminución en el tema del uso de autobuses y un crecimiento importante en el tema de volar”, asegura.

DORMIR TRANQUILO

Enrique Beltranena comenta que hubo días, tras el surgimiento de la pandemia, en que se vio obligaddo a decir que no había dinero para pagar alguna cuenta, pero, hoy, sus deudas de aquel momento están saldadas. “Ya le pagué a medio mundo; ya puedo dormir tranquilo”, dice.

La empresa mantiene un control de costos para crecer y cuida su liquidez en medio de la pandemia de coronavirus SARS-Cov-2.

“Hemos logrado establecer una estrategia muy importante de costos, que ha tenido un resultado favorable en el costo unitario de la empresa. Hemos trabajado fuertemente en la recuperación de los mercados, principalmente el mercado de visitantes, amigos y parientes; en segundo lugar, el de turismo y, en tercer lugar, la pequeña y mediana empresa”, afirma Enrique Beltranena.

Volaris tiene cerca de 42% del mercado doméstico y entre el 12 y 14% del mercado internacional, dice su director general, quien cree que la empresa ha tenido la capacidad suficiente de aviones para movilizar a los viajeros, adecuando el tamaño de la flota según la demanda del mercado.

“Hacia finales de 2020, las compañías aéreas low cost ya dominaban las rutas nacionales, con una cuota de mercado de más del 70%. Ese año, Volaris se situó a la cabeza del mercado doméstico, destronando a la aerolínea de bandera mexicana, Aeroméxico, por tercer año consecutivo. Aeroméxico tampoco continuaba liderando el segmento de las rutas internacionales, contando con un 11% del total de pasajeros transportados en 2020, debajo de American Airlines con 14.02%. La aerolínea low cost Volaris se situó tercera, con 10.95%”, según Statista.

El 34% de la capacidad aérea comercial de México desapareció en los últimos dos años, con la contracción de Aeroméxico y la suspensión de actividades de Interjet. En este sentido, el ejecutivo de Volaris considera que no han incrementado el precio de sus tarifas, ya que el interés de la aerolínea es beneficiar al mercado y aumentar su participación en el mercado.

Hoy, el 41% de las rutas de Volaris sólo compite con autobuses. “Mi mayor competidor no es Aeroméxico, no es Interjet: mi mayor competidor son todos los autobuses… y hemos tenido que reciprocar el comportamiento que hemos visto en el mercado de autobuses en una forma muy agresiva. ¿Cómo? Ofreciendo tarifas más baratas, siguiendo este crecimiento que hemos tenido, principalmente en la rutas de los autobuses”, explica.

La tarifa promedio de Volaris es de 56 dólares por segmento, cuando aerolíneas como Avianca o Copa se encuentran entre los 120 y los 180 dólares el segmento.

“El concepto es bajar los costos para, con eso, crecer reduciendo tarifas y que eso nos produzca más clientes”, comenta Enrique, quien cree que Volaris tiene la oportunidad de incrementar su eficiencia y productividad en la flota.

Leticia Armenta, especialista del Tec de Monterrey, cree que las restricciones sanitarias que se seguirán experimentando con la pandemia, como el distanciamiento y medidas de prevención, muestra que el modelo de low cost es competitivo frente a estas circunstancias. “El esquema en el que trabajaban les hace más sencillo abordar las restricciones, ya que su estructura de costos favorece todo esto [las medidas de cuidado]”, dice la investigadora.

La demanda del transporte de pasajeros por vía aérea mantuvo una tendencia al alza hasta 2019, con un crecimiento acumulado de casi 70% desde 2013. “Este escenario propició que nuevas aerolíneas se abrieran paso en el mercado, ofreciendo precios más bajos y compitiendo, así, con las aerolíneas convencionales”, dice Statista en la presentación de su último dossier sobre el tema.

CRECIMIENTO SOSTENIDO

El panorama parece positivo para Volaris al cierre de 2021.

La aerolínea cerrará el año con cerca de 103 aviones, lo cual dependerá de la entrega por parte del fabricante. “Creo que va a ser un año en donde habremos crecido practicamente 30% en capacidad, con respecto a 2019. Va a ser un año en donde vamos a crecer practicamente con 2,000 embajadores más, que son mexicanos trabajando y entregándose al servicio de nuestros clientes. Va a ser un año de un número muy respetable: el número de clientes”.

Durante 2019, Volaris transportó 22 millones de pasajeros y la empresa espera cerrar este año con un número cercano a esta cifra. Además, en 2022, espera la llegada de 20 aeronaves adicionales a su flota.

El Salvador y Honduras son los más recientes destinos donde Volaris ha iniciado operaciones en Centroamérica. En el horizonte se encuentra Colombia, como primer paso para aterrizar en Sudamérica. “Vienen otras ciudades en otros países, vienen más aviones; así que, noticias… va a haber bastantes. Se lo prometo”, dice.

Por otro lado, las condiciones del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México mostrarán un nuevo panorama para las aerolíneas de bajo costo. “Son elementos que se vuelven muy interesantes y van generando nuevos retos para estas empresas, y vamos a ver cómo la parte de salud y la económica irán mejorando”, dice Armenta.

Esta publicación solicitó comentarios de Viva Aerobus, para conocer su opinión sobre el mercado de low cost, pero, hasta el cierre de este reportaje, no se recibió respuesta por parte de esta aerolínea. El mercado está a la espera de que el resto de los jugadores, como Aeroméxico e Interjet, se puedan recuperar de su situación financiera y compitan en el sector aéreo comercial frente a las firmas de bajo costo, que podrían seguir robusteciendo su oferta.

El próximo año será decisivo para la reactivación económica y su impacto en la demanda de viajes para las aerolíneas comerciales. De cara al futuro, Beltranena asegura que la parte más difícil en la operación es la satisfacción en la atención de sus clientes en todo el proceso que implica un vuelo, desde la compra del boleto hasta recoger la maleta en el destino final.

Leticia Armenta considera que el precio de los combustibles es uno de los retos que pudieran ser más significativos para las aerolíneas, puesto que puede presionar sus costos operativos y afectar el modelo low cost.

El fundador y director general de Volaris está convencido que su modelo de negocio lo pone en un espacio privilegido para ganar mercado frente a los autobuses o cualquier otra aerolínea del país. “El crecimiento debe ser sostenido y con utilidades”, dice.

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