La producción de plantas eléctricas de respaldo en México ha tenido tal éxito por la calidad de los productos que su distribución comienza a consolidarse en países de Centroamérica, el Caribe, Sudamérica y en el mercado más grande del mundo establecido en Estados Unidos.
Según especialistas, el aumento de la demanda de plantas eléctricas se debe a los graves problemas generados por el Covid-19 en Sudamérica y por las fuertes tormentas que dejaron sin luz varios estados de la Unión Americana.
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Estos generadores se emplean sobre todo en los entornos industriales, turísticos, comerciales, bancarios y de telecomunicaciones, ya que garantizan la permanencia operativa y ayudan a evitar riesgos.
Las plantas eléctricas son accionadas por medio de diferentes tipos de combustible; los más utilizados, por su eficiencia, son el gas natural y el diésel.
Un ejemplo de ello es la firma IGSA, cuyo mercado de exportación ha crecido paulatinamente a lo largo de estos últimos 15 años, en los cuales pasó de ser el 10% de la facturación de la división a casi un 40%.
“El crecimiento de las ventas en unidades y montos ha tenido un proceso alcista en los últimos años, gracias a los mercados latinoamericanos y la incursión en el mercado de los Estados Unidos en los últimos tres años”, expuso Rafael Salgado, director de Ventas Exportación.
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Para IGSA, mantener calidad mundial es clave para entrar a otros mercados, por ejemplo, la compañía ha obtenido certificaciones internacionales que avalan la calidad de sus productos, como el Underwriters Laboratories (UL) o Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico del Sector Eléctrico (CIDET), que son requerimientos especiales para la venta en mercados como el colombiano y el estadounidense.
De acuerdo con la empresa de plantas eléctricas de respaldo, su planta de producción ubicada en Lerma, Estado de México, donde laboran más de 150 personas, tiene la capacidad de producir 2,000 equipos al año.
A través del mercado de exportación, explicó la empresa, se venden más de 300 plantas eléctricas por año, en media y baja tensión, cubriendo proyectos con requerimientos desde 20 kW, hasta más de 2.5 MW de capacidad. Algunos de estos equipos brindaron respaldo a hospitales, granjas, edificios y otros sitios que quedaron sin energía en Texas, por las afectaciones de la tormenta invernal de febrero.
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