La situación geopolítica que vive el mundo como resultado de casi dos años de pandemia y la reconfiguración obligada por el conflicto entre Ucrania y Rusia, más la guerra tecnológica/comercial entre China y Estados Unidos, han movido la brújula a los buscadores de oportunidades y a las empresas manufactureras de diversas partes del mundo; por ello los grandes conglomerados están buscando completar sus cadenas de producción y hacer realidad la llegada del nearshoring.
China ha dejado de ser el gran proveedor de infinidad de empresas, al menos 15 de ellas de origen alemán, japonés y estadounidense, las cuales aceleran con urgencia y determinación la reubicación geográfica de sus fábricas.
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Mas allá de interpretaciones políticas respecto al nivel de competencia y competitividad, no deja de ser una realidad que diversos estados de El Gran Bajío han crecido durante los últimos 20 años de manera constante y sostenida con cifras superiores al 5% anual; han construido infraestructura en vías de comunicación, han destacado en capacitación, se han sabido insertar en un mundo global dentro de los mas diversos sectores, como el automotriz, aeronáutico, agroalimentario y logístico por señalar solo algunos. También es una realidad que iniciativas como la de El Gran Bajío han venido a destacar en esta región de México casos de éxito e historias extraordinarias, por ello se está impulsando una nueva narrativa destacando que en esa zona centro del país existen grandes oportunidades, pero el mayor acierto es estar contando una historia positiva de esta parte de México ante el mundo.
La ubicación geográfica de México es envidiable, es un país con características geográficas fuera de serie en el sentido que es un país de América del Norte y a su vez de Latinoamérica y por eso le permite jugar un papel estratégico. Tenemos que ser creativos e innovadores; no podemos pensar que la inversión va a llegar por arte de magia, hay que ser competitivos y generar las condiciones para atraer a los inversionistas a México, atraer negocios con ideas innovadoras que solo se pueden concretar en México.
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En los últimos meses empresas de Alemania, Japón, Singapur, Emiratos Árabes Unidos y EU han comenzado a cerrar sus fábricas para irse al Bajío. Se calcula que se avecinan inversiones cercanas a los 400 mdd en dos años.
Las nuevas reglas del mercado, los altos precios en el transporte marítimo de carga, los cuellos de botella en el traslado de contenedores y la imperiosa necesidad de atender las normas del tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) han propiciado que los inversionistas busquen nuevos destinos de manufactura. Al modificarse el tratado hay nuevos beneficios, un ejemplo es el de la industria automotriz: con la finalidad de que los autos permanezcan libres de aranceles, el 75% de sus componentes deberán ser producidos en cualquiera de los 3 países. Algo no menor de observar es la fecha de caducidad del T-MEC la cual es de 16 años, lo que se traduce para los inversionistas en certidumbre jurídica.
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Por lo pronto, en las industrias automotriz y aeronáutica en los estados de Guanajuato y Querétaro, la llegada de proveedores vinculados a su sector brinda la oportunidad para México de ingresar a las cadenas de proveeduría; claro, se debe crear una estrategia integral, es decir, alinear la política industrial, la producción, los estándares de calidad y tomar en cuenta las variables macroeconómicas para insertarnos desde ahora en la gran ola de oportunidades que se están detonando.
El mundo cambió y las oportunidades aquí están. La crisis de costos en la industria naviera para los que importan mercancías a través de contenedores provocó un costo tan alto en el traslado que ha muchos ha implicado salir del mercado, pues no hay forma de repercutir ese costo al usuario final o bien permanecer en el mercado con un precio competitivo.
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El pasado 28 de abril en el evento El Gran Bajío con Enlace Forbes en la ciudad de Corregidora Querétaro, me llamó poderosamente la atención ver la visión del alcalde de ese municipio Roberto Sosa Pichardo, recalcando el compromiso de su administración para el desarrollo empresarial de la región, ofreciendo a los inversionistas dos elementos clave que parecen menores pero que lo son todo: certeza jurídica y cero corrupción. El alcalde generó un diálogo donde abrió la conversación con los actores clave de los estados de Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí, Michoacán y Zacatecas, con la única intención de impulsar nuevas oportunidades, crear una agenda en conjunto y trabajar en una estrategia que atraiga inversiones y potencialice a los empresarios de la región ante el mundo.
No cabe duda de que el diálogo constructivo y la integración regional detonarán en El Gran Bajío oportunidades únicas que quien las sepa leer de manera oportuna, no las dejará ir.
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Creador de diversos canales de televisión para la industria de televisión por cable. En los últimos años ha dirigido medios de comunicación como Radio y Televisión de Guanajuato, Canal Once del Instituto Politécnico Nacional y PCTV.*
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