Por Sofía Cruz y Ale Fayad

Estamos pasando por momentos que van a quedar en la historia como unos de los más complicados de la humanidad y, a pesar de que no es algo nuevo ya que recordemos que la fiebre española se exacerbó durante y después de la primera guerra mundial, nos encontramos terminando una pandemia que nos encerró por dos años de manera intermitente, contagió a millones de personas y mató a otras tantas; no obstante, ahora Rusia invade Ucrania, una situación lamentable, por decir lo menos.

Apenas en 2021 comenzamos a ver una recuperación en la actividad de M&A teniendo un año histórico en algunos países de Latinoamérica en cuanto a transacciones, hemos arrancado un año con mucha actividad, principalmente porque tanto los fondos de capital como los corporativos siguen sentados en recursos que buscan invertir, lo que ha seguido empujando las valuaciones y generando otra guerra, en este caso por activos y oportunidades, pero ¿qué podemos esperar con un escenario como el que el mundo nos pinta?

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  1. Mayor incertidumbre. Los economistas pueden hacer predicciones, pero no podemos predecir qué pasa por la mente de quienes pueden hacer estallar una guerra mundial. La incertidumbre que esto genera en el mundo provoca comportamientos de prevención, es decir, a pesar de que los fondos o las corporaciones tengan capital, preferirán resguardarse para ver qué sucede, lo que implica potenciales caídas en estos movimientos.
  2. Mayor presión en bienes. Los conflictos armados ponen presiones en las cadenas logísticas, si bien ya estábamos teniendo inconvenientes en este sentido, ahora posiblemente se acentúe la problemática, adicionalmente, como ya podemos ver, presenta presiones sobre insumos básicos como el petróleo y otros esenciales para las industrias, lo cual al final del día pega en el consumidor, pero ¿cuánto? Nadie sabe, solo lo conoceremos a ciencia cierta cuando comencemos a pagar más por lo que actualmente consumimos.
  3. Una guerra en la que todos pierden. Pierde el mundo, las personas, los países, los capitales, los líderes y los empleados. Habrá optimistas que argumenten que después de la tempestad viene la calma; sin embargo, por ahora, todos están perdiendo. Adicionalmente, en México se combaten guerras internas, ocasionando que cada vez veamos menos capitales creándose y más saliendo del país.

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En conclusión, ante un panorama desastroso, debemos enfocarnos en lo que está en nuestro control. No lo están estos conflictos, ni las definiciones de unos cuantos políticos del país, ni el destino final de la pandemia. Lo que sí está en nuestras manos es lo que a nuestro alcance podemos hacer, por lo que nuestra recomendación, en este panorama es enfocarnos en lo que sí podemos intervenir: si nuestra organización pretende crecer inorgánicamente, entonces buscar oportunidades (siempre hay); si queremos sacar el capital del país, comenzar a buscar la forma de hacerlo de la mejor manera para los empleados, el país y la compañía, y  si somos líderes en nuestras corporaciones, buscar formas de tratar bien al personal.

Las oportunidades van a surgir y el mundo de los capitales no va a dejar de luchar, crecer y moverse, solo hay que buscar y saber por dónde, para ser capaces de capitalizar lo que encontremos a nuestro alcance en nuestra realidad.

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Contacto:

*Ale Fayad es Principal M&A de Mercer.

*Sofia Cruz, M&A Transactions, Multinational Client Group

Correo[email protected]

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Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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