Con motivo del día mundial de la Propiedad Intelectual e Industrial y rememorando los avances que hemos tenido de un año a otro, me es imposible no mencionar la inmersión de tecnología en nuestro sector. Solemos hablar mucho de ella, de soluciones innovadoras que salen al mercado, o herramientas que facilitan nuestra vida, haciéndonos pensar que estamos inmersos en una transformación tecnológica total. Tecnicismos como ‘Big Data’ o ‘Inteligencia Artificial’ se hacen tan cotidianos en nuestro vocabulario, pero ¿los implementamos en nuestro sector?
De acuerdo con el estudio ‘Women in a Legal World’, 80% de sus encuestados están conscientes de la importancia de implantar tecnología como catalizador para ganar eficiencia y prestar un mejor servicio; 81% cree que su implantación en el conjunto de la sociedad aportará nuevos negocios al sector legal y, personalmente, sé que aportará mayor eficiencia en los procesos. Sin embargo, 50% de los encuestados no dispone de tecnologías avanzadas para la gestión de PI (Big Data, Inteligencia Artificial, Blockchain), mientras que 25% reconoce que carece de competencias necesarias para hacerlo.
Por esta razón, la Propiedad Industrial e Intelectual (PI) puede ser considerada dentro de los sectores rezagados, y, a reserva de que esto se pueda leer como un ´cliché´, el confinamiento y la imposibilidad de realizar los procesos necesarios para su gestión y protección de forma presencial, despertó la necesaria transformación digital en algunas instituciones y firmas que forman parte de este ecosistema.
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Las instituciones, organizaciones y empresas que incluimos tecnología, avanzada o esencial en los procesos de gestión de PI, hemos visto un gran beneficio en favor de nuestros clientes y aliados para la gestión de sus activos intangibles; lo cual despierta una alta expectativa de un avance continuo en esta materia.
Hablando de innovación, la PI es actor principal en su defensa, y en un mundo tecnológico forma parte fundamental del sector económico; por tal motivo, la implementación de tecnología en este sector, inclusive en los procesos más simples, tiene un alto impacto.
Algo que viví desde mi trinchera y me confirmó la importancia de la aplicación de esta transformación en nuestro sector, fue al momento de enfrentarnos a la pandemia del 2020, donde las firmas o empresas que desarrollamos la ardua labor de protección y gestión confidencial de la innovación, hemos tenido que trasladar en cuestión de días la operación entera brindando a nuestros aliados absoluta seguridad sobre sus proyectos.
Si no fuese por la tecnología, esta difícil labor habría sido imposible. Es cierto que la mayoría de las oficinas que están preparadas tecnológica y digitalmente para enfrentar retos como estos, fueron las que gozaron de mejor respuesta ante la crisis.
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Afortunadamente, las instituciones que lideran la PI, como el IMPI, ha dado pasos al frente, dándonos acceso a procesos de digitalización en solo meses y conservaron así rápidamente la operación activa de protección a la innovación.
Como todo, aún hay mucho campo por mejorar tecnológicamente. Estoy segura de que, si desde lo privado continuamos adoptando tecnologías en nuestro sector y llegamos con ideas innovadoras, ayudaremos al inmenso avance, hasta penetrar en la gestión del sistema central, fortaleciendo todos los cabos. Llegó el momento de ser proactivos, tomar la iniciativa para transformarnos y ser revolucionarios.
Es fundamental aportar rapidez y un valor agregado a los ecosistemas de innovación.
También es imprescindible buscar la forma correcta y eficaz para brindar información valiosa que ayude a desarrollar con certeza proyectos o invenciones tecnológicas certeras, con alto impacto y que pueden ser apoyadas con herramientas de utilidad como lo es Inteligencia Artificial, Blockchain y Big Data, por mencionar algunas.
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El uso efectivo que estas herramientas ofrecen al sistema de PI facilitará el proceso de sacar al mercado tecnología innovadora y reducirá los riesgos durante los procesos de investigación, al tiempo que mejorará la competitividad de las empresas basadas en tecnología.
Conmemorando un año más de la Propiedad Industrial e Intelectual, promovamos su desarrollo al ritmo del resto de los sectores pilares de la economía y evidenciemos la importancia que tienen las tecnologías avanzadas para la Propiedad Industrial e Intelectual, con el fin de ser un reflejo de la relación que existe entre PI y la economía del conocimiento.
Contacto:
Lorena Rodríguez es Directora General de ClarkeModet México
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