La más interesante convergencia de relevos de hecho y potenciales, de generación y de mando, ocurrió en la ceremonia del cambio de presidencia de la Asociación de Bancos de México. Y no fue el arribo de Daniel Becker Feldman, anticipado ampliamente hace tres meses, el único atractivo para la audiencia.
Con cientos de mensajes de reconocimiento a su labor y con una trayectoria intachable, Luis Niño de Rivera entregó el mazo simbólico del liderazgo de la presidencia de la ABM a Becker Feldman.
El presidente de grupo Mifel, una de las figuras más reconocidas del sector empresarial, comenzará a serlo ahora de una etapa de “rebote económico” en que los bancos participan con la capacidad y disposición para leer y actuar sobre el mercado.
Al asumir en la ceremonia las potenciales reducciones de los costos financieros, la ABM es parte de las soluciones en una etapa de convergencias donde no existe duda de quién ejerce el poder del Estado y quiénes gestionan el poder financiero.
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En su gestión afable y cautelosa Niño de Rivera demostró también constancia y firmeza.
Como lo había hecho desde muy joven tuvo interés por la competencia respetuosa, la disciplina y el valor, cuando del deporte pasó a estudiar administración en la Universidad Indiana y a seguir estudiando Negocios Internacionales en Nueva York, Niño de Rivera ha sido ejemplar.
De la vicepresidencia del Banco Azteca llegó a la presidencia de la ABM. Durante los dos años de su gestión, trabajó por la innovación y el acercamiento de las nuevas tecnologías para facilitar las transacciones de los comercios y de las personas.
Fue muy cercano a distintos organismos y cámaras empresariales. Siempre abierto a dialogar con el gobierno local, federal, las organizaciones civiles y la ciudadanía. Gracias a ello, en el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de a CDMX logramos abrir una alianza para brindar información de prevención de delitos como el fraude bancario, el robo de identidad y la extorsión.
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Tras un año de la pandemia, Niño de Rivera dejó dos desafíos principales a Becker: contribuir, desde la Banca y con diálogo abierto con el Gobierno federal, a la prosperidad del país, y combatir la brecha tanto económica como digital. Esto lo dejó estipulado durante el cambio de presidencia, en la 84º Convención Bancaria, atestiguada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular de la Secretaría de Hacienda, Arturo Herrera, y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Todos atestiguaron ahí la cercanía también para aspectos estratégicos de la relación con el sector financiero que sugirió AMLO con la invitación, presencia y compañía de Sheinbaum.
La participación de la gobernante fue precedida de una sugerente mañanera presidencial en que se fortaleció una corriente de opinión en la cual para “el relevo generacional” aludido desde la presidencia del poder político nacional solo destacan dos nombres, el de ella y el del canciller Marcelo Ebrard.
Hubo así relevo de mando, cambio de mazo entre generaciones de banqueros y la sugerencia de un delicado énfasis sugerido desde Palacio Nacional.
Contacto:
Salvador Guerrero Chiprés es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
TW: @guerrerochipres
Twitter: @elconsejomx
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