La salud laboral es una estrategia que asegura la salud de los trabajadores, así como la fortaleza de las economías nacionales a través de una mejor productividad, motivación y calidad de productos. Hoy en día, el 65% de la población forma parte de la fuerza laboral, y el trabajador promedio pasa alrededor de dos-tercios de su vida en el trabajo. Según expertos de la industria del cannabis que utilizaron un modelo econométrico estimaron que había 321 000 empleos de cannabis de tiempo completo en los Estados Unidos a principios de 2021, a pesar de los problemas de rotación y falta de personal creada por la pandemia de COVID-19. 

California es el estado con más puestos de trabajo, aproximadamente 57970. Debido a que la mayor parte del cannabis todavía se vende en el mercado ilegal (solo alrededor del 20 % del cannabis cultivado en California se produce legalmente), esta cifra no incluyó los trabajadores ilegales.

Si bien la cantidad de mercado del cannabis ilícito varía según el estado, es probable que la proporción de trabajadores que no se contabilizan en las estimaciones basadas en los ingresos de la industria legal sea igual de grande. Entre los no contabilizados se encuentran trabajadores temporales indocumentados y víctimas del tráfico laboral; se desconoce la escala relativa de estas poblaciones. 

La Organización Mundial de la Salud define la salud laboral como una actividad multidisciplinaria que promueve y protege la salud de los trabajadores, donde se busca reducir y/o eliminar los factores de riesgo dentro de los centros de trabajo; por ello son muy importantes los trabajadores para la industria del cannabis, como para cualquier otra empresa.

A pesar del tamaño y el rápido crecimiento de la industria legal, los riesgos para la salud y la seguridad en el lugar de trabajo que enfrentan los trabajadores del cannabis siguen sin caracterizarse. Los trabajadores que cultivan cannabis suelen tener exposiciones similares a las de otros trabajadores agrícolas (p. ej., polvo orgánico, pesticidas, factores ergonómicos), así como exposiciones distintas, incluida la planta de cannabis. Dentro de las condiciones de cultivo interior (invernadero) o exterior (cielo abierto), la exposición a altos niveles de esporas de hongos, bacterias y endotoxinas son probablemente riesgos alérgicos y respiratorios; en sí, la planta de cannabis también es alergénica. 

Existe dificultad para acceder a los trabajadores debido a preocupaciones legales y la estigmatización, pero siguen creándose movimientos hacia una industria regulada que brinde oportunidades para la investigación en salud, tanto en términos de acceso a los trabajadores como en las restricciones en torno a la financiación de la investigación del cannabis, que se ha visto obstaculizada por su ilegalidad federal. A medida que cambia el panorama de la industria del cannabis, existe una necesidad urgente de identificar las necesidades de salud y seguridad de los trabajadores del cannabis y diseñar planes para esfuerzos de investigación y defensa unificados y coordinados.

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El año pasado el Centro Occidental de Salud y Seguridad Agrícola Davis de la Universidad de California convocó una reunión virtual “Industria del cannabis”, donde la salud laboral fue el tema principal, con el objetivo de identificar las acciones de investigación, políticas y capacitación más necesarias para prevenir enfermedades y lesiones laborales entre los trabajadores del cannabis. Los riesgos a los que se enfrentan los trabajadores principalmente en las áreas de cultivo son la legalidad, peligros en el lugar de trabajo, efectos sobre la salud, capacitación y educación. 

Dentro de la legalidad, la criminalización que existe hacia el trabajo con cannabis impide que los trabajadores busquen asistencia con problemas de salud y exposición. Los trabajadores que vienen de lugares de trabajo ilegales a lugares de trabajo autorizados son menos conscientes de sus derechos y de las protecciones que deberían recibir que los trabajadores que comenzaron en la industria legal. Incluso en las empresas con licencia, existen numerosos peligros para la salud y la seguridad que abordar, y es probable que los trabajadores en los lugares de trabajo sin licencia tengan menos protección y capacitación.

Por otro lado, los peligros en el lugar de trabajo que son prioritarios para la intervención inmediata son el uso inseguro de máquinas cortadoras, exposiciones a pesticidas, prácticas que conducen a la exposición a alérgenos, incendios forestales y factores estresantes psicosociales como el aislamiento. Los factores relacionados con estos peligros son las diferencias entre cultivos autorizados e ilícitos y cómo la ubicación remota de algunas granjas puede afectar la seguridad debido a la inaccesibilidad a las inspecciones y los servicios de emergencia.

Los efectos sobre la salud de mayor preocupación inmediata en el área de cultivo, son las enfermedades respiratorias, las lesiones por violencia en el lugar de trabajo, las exposiciones químicas y las exposiciones físicas, como los peligros eléctricos. Las dificultades con el diseño del estudio epidemiológico, incluido el acceso a los trabajadores y los problemas de confianza, y la probable inadecuación de los conjuntos de datos administrativos existentes (p. ej., reclamos de compensación de los trabajadores) para investigar los efectos en la salud son problemas relacionados importantes.

Los trabajadores necesitan capacitación continua, los temas más necesarios son la prevención de la violencia en el lugar de trabajo, el uso de pesticidas, el uso de máquinas, el mantenimiento de máquinas y la sensibilización respiratoria y alérgica. Todos estos tienen una falta de capacitación formal en los lugares de trabajo y una falta de materiales educativos apropiados. Es importante adaptar los materiales de capacitación a la cultura única de la industria del cannabis utilizando las redes sociales y hacer materiales específicos para el trabajo con cannabis.

A partir de la identificación de riesgos para los trabajadores, como los ya mencionados, se deben establecer cambios de política, temas de investigación y necesidades de capacitación que son cruciales para mejorar la salud y la seguridad de los trabajadores del cultivo de cannabis; estos cambios deben iniciar en las leyes de cada país, para que las empresas los puedan implementar y así mismo fortalecer sus políticas internas.

México es un país donde los trabajadores están protegidos, ya que cuenta con una Ley del trabajo y reglamentos en materia de salud laboral, por lo que, de legalizarse la Cannabis, de primera instancia se debe de cumplir con lo ya establecido.

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