Por Rafael Costa Abreu*

El año 2020 será recordado por los duros cambios que están sufriendo las empresas y sus trabajadores en el ámbito laboral. Asimismo, la transición al home office, el distanciamiento social entre equipos de trabajo y también la relación de las empresas con sus clientes se moverá rápidamente al entorno comercial digital.

Por todo lo anterior, las empresas tienen un doble reto. El primero es reducir los riesgos asociados a las brechas de seguridad que pueden afectar su operación laboral interna por el aumento en el uso de plataformas digitales de comunicación y la dependencia del almacenaje de información electrónica. El segundo reto es reducir los costos asociados al aumento de los fraudes en esta migración al comercio y las transacciones financieras digitales por parte de sus clientes.

Por ejemplo, diversos reportes de agencias internacionales como Interpol señalan un aumento en 2020 en contra de instituciones del sector salud. El ataque vía programas de acceso remoto o maliciosos son algunas de las estrategias que están utilizando los cibercriminales para atacar no solamente la infraestructura estratégica de instituciones públicas y privadas de salud sino también a sus pacientes a través del robo de su información e identidad.

Por otro lado, todas las empresas sin importar su tamaño están migrando hacia el trabajo desde sus casas para promover el distanciamiento social que promueven las autoridades nacionales y organizaciones internacionales. El menor nivel de seguridad de las redes domésticas en las casas de los ejecutivos y trabajadores ha abierto una nueva ventana de oportunidad para los cibercriminales que pueden acceder más fácilmente a información crítica de las empresas.

Estas brechas de seguridad que trae consigo el home office pueden ser rápidamente explotadas por los defraudadores para robar las credenciales de ejecutivos y trabajadores que autorizan transferencias financieras y comerciales multimillonarias.

Por lo anterior, es muy importante que las empresas conozcan las tendencias de la cibercriminalidad para poder tomar acciones preventivas que reduzcan los riesgos de daño patrimonial y reputacional. En este sentido, se recomienda ampliamente que las compañías cuenten con herramientas de detección de fraudes que protejan a sus clientes de estos softwares maliciosos y al mismo tiempo que su experiencia transaccional sea lo más satisfactoria posible. Es decir, que el aumento de las capas de seguridad tenga el menor grado de fricción entre la empresa y el usuario de sus servicios.

Existen empresas que cuentan con plataformas que administran millones de datos de manera segura, garantizando la privacidad de la información, para poder conocer la verdadera identidad de los consumidores y analiza el comportamiento histórico de usuarios para distinguir anomalías en tiempo real.

La mayoría de las compañías del sector financiero en el mundo están utilizando este tipo de plataformas para reducir el costo asociado a los ciberataques producto de la migración a la economía digital. La mayor parte de la población en el mundo que hoy se ve obligada a trabajar desde sus casas, adquirir bienes en línea y pagar servicios por internet necesita que las plataformas electrónicas garanticen la seguridad de su información, eviten el robo de identidad o la creación de identidades falsas.

El paradigma de la relación entre empresas y sus clientes ya venía transformándose, pero 2020 acelerará este cambio de manera mucho más rápida. La seguridad de las transacciones financieras y comerciales beneficia a todos los agentes económicos que están mudando a nuevas formas de trabajo. Las empresas necesitan conocer mejor a sus clientes tradicionales, pero sobre todo debe identificar con mucho mayor precisión a sus futuros consumidores o usuarios de sus productos o servicios (KYC por sus siglas en inglés).

En esta migración laboral de la oficina tradicional a la posibilidad del trabajo en casa, las empresas deben sentirse seguras de que esta transición es ordenada, protege su infraestructura crítica e información estratégica, así como a sus clientes. De lo contrario, este cambio de paradigma puede tomar por sorpresa a las compañías que no se adapten a la nueva realidad laboral y comercial.

Contacto:

 Rafael Costa Abreu es Director Market Planning & Strategy en el Manejo de Fraude e Identidad de LexisNexis® Risk Solutions Latinoamérica*

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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