La naturaleza caótica e impredecible del planeta se hizo manifiesta casi de manera macabra, la probabilidad de que sismos de severa magnitud se repitieran con 32 años de diferencia era menos que imposible, impensable, sarcástica en efecto. Además de sorprendidos, para algunos el sonido de alerta y el desalojo subsecuente fueron tomados en un principio como una repetición del ensayo conmemorativo del 19-S-85. A diferencia de entonces, gracias a la tecnología y las redes sociales todo el mundo fue de testigo, en tiempo real, de las consecuencias dramáticas, impactantes y devastadoras. La respuesta primaria llegó como siempre de los ciudadanos, familiares, compañeros, amigos, vecinos, transeúntes convertidos en rescatistas, paramédicos, enfermeras, cocineras, voluntarios; manos a la obra, sin demora. La agregación de los cuerpos de rescate, las fuerzas armadas y especialistas le dieron la organización, alineamiento y profundidad a las tareas que se requerían. El heroísmo, entrega, determinación, espontaneidad solidaria y unidad emergieron y se desbordaron. Un caudal de energía movió los recuerdos, exaltó los valores y sacó lo mejor de cada uno durante la crisis. Sin embargo y esto duele, molesta, enoja decirlo, también afloraron los episodios deleznables, mezquinos y podridos. Ladrones, oportunistas, falsificadores, suplantadores, los medios de comunicación que se inventaron telenovelas, trabajadoras sepultadas, las inútiles autoridades de foto y pose, la “catafixia” de las cajas vacías, “actricitas” y “actorcitos” sin fans ni talento a la búsqueda de publicidad gratuita, la gente viviendo en la calle; abucheados y repudiados; su carencia de progenitora y miseria moral son patéticas. La corrupción de siempre, documentos falsos, licencias y permisos de construcción alterados, la huella de delitos, complicidades perversas, omisiones, errores que costaron vidas y que hoy dejan prácticamente en la calle a miles de familias. Excusas, silencio, culpas, reclamos, incompetencia, ineptitud, falta de liderazgo de los políticos y funcionarios, ya conocidos y evidenciados desde hace tiempo, pero ahora magnificados. El sismo trajo el derrumbe de candidaturas, el socavón de las imágenes y el colapso de las aspiraciones de muchos. Aunque una tragedia natural es tal, sin duda hubo quienes se beneficiaron, lucraron y deben ser llamados a cuentas. A la sociedad le toca llevar a la contienda electoral del 2018 los saldos y las memorias. Se abre una gran oportunidad para cortar de tajo los excesos, dispendio y francachela de los partidos políticos, ¿Cuánto les sobra que se dan el lujo de donar? ¿De qué tamaño es el remordimiento y la culpa que renuncian a “sus” “recursos”? se rasgaron las vestiduras, se exhibieron y montaron su show con hipocresía, demagogia y verborrea de siempre. Fuerza México, además de ponerte de pie, levanta la mirada, cierra el puño, reflexiona, no pierdas de vista que los desastres naturales te pueden dejar sensible, vulnerable a las falsas promesas. No es un favor, ni una dadiva lo que a derecho te corresponde, los recursos que te ofrecen son públicos, ningún político está perdiendo nada, no le perdones sus raterías a los estafadores que ahora son los encargados de la reconstrucción, no hipoteques tu integridad. Busca nuevas opciones de medios, aprende a informarte en la pluralidad y la diversidad. Ayuda a otros a despertar. Lo que realmente vale la pena en la vida se logra con sacrificio, esfuerzo, disciplina y trabajo. El sismo te lo enseñó, nadie tiene comprado el mañana, la vida es hoy, ahora, valora y prioriza lo que tienes, lo que quieres y lo que buscas, disfruta de los demás, deja el ego y súmale a todos, no puedes saber cuándo necesitaras de otros; cierra filas, los ensayos de evacuación valieron la pena ¿verdad? Nos faltan muchos, pero nos sobran todavía más; diputados, senadores, gobernadores, delegados, representantes y funcionarios, que no se vieron nunca, la tragedia y la tragicomedia, el baile de la mentira. Muchos damnificados del 19-S-85 vivieron, comieron y durmieron por décadas en refugios improvisados, alimentaron las bases de “movimientos” y organizaciones electoreras, engrosaron las filas de muchos partidos y nunca se repusieron. Los sismos son una oportunidad para justificar tropelías, contar despensas de más, incluir gastos fantasma, obras y viviendas que nunca se harán, favores a empresas, aumento del gasto, deuda, contratos sin licitar, arreglos por debajo de la mesa, ajustar las cuentas públicas para borrar, ocultar y enterrar estafas, robos y lujos. Con las arcas abiertas, olvídate de los recortes, los pretextos sobran; para un mal gobierno todo cabe en una tragedia sabiéndolo ocultar. Una profunda reflexión debe llegar, es el momento de dejar atrás, arrojar los escombros de la discriminación, el maltrato animal, la opresión laboral, la división social, la mediocridad, conformismo y el silencio cómplice. Levantemos memoriales para los héroes desconocidos, los que no fueron por la selfie, aplaudamos a cada uno, celebremos el compromiso, la capacidad y entrega de voluntarios, los perros rescatistas y sus manejadores. Desde aquí un tributo a las familias y amigos que sufrieron una perdida, un abrazo solidario y un minuto de silencio, la bandera a media asta, doble memoria. Frida (Marina) para presidente.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @CapitolCComm Facebook: Capitol Consulting & Communication S.C. Página web: Capitol Consulting & Communication Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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