Reuters.- Francia, Alemania y otros 21 gobiernos de la Unión Europea (UE) firmaron un pacto de defensa este lunes para crear, desarrollar y desplegar fuerzas armadas, un acuerdo perseguido desde hace 70 años que llega tras la decisión de Reino Unido de abandonar el bloque.

Propuesto en primer lugar en los años 50 y criticado por Reino Unido, este plan de defensa, operaciones y armamento encuentra ahora su mejor momento al quedar Londres a un lado y apremiar Estados Unidos a Europa a que pague más por su seguridad. Los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa se reunieron en una ceremonia para la firma del acuerdo en Bruselas, en representación de los 23 gobiernos que se unen al pacto y preparando el camino para los líderes de la UE, que lo firmarán en diciembre. Estos gobiernos por primera vez se unirán de manera legal para desarrollar proyectos conjuntos y se comprometerán a llevarlos a cabo rápidamente y a aumentar el gasto en defensa. Lee también: Unión Europea pacta reforma a mercado de emisiones de CO2 “Hoy estamos dando un paso histórico”, dijo el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Sigmar Gabriel, a los periodistas. “Estamos acordando una cooperación futura en asuntos de seguridad y de defensa (…) realmente es un hito en el desarrollo europeo”, dijo. El pacto incluye a todos los gobiernos de la UE, a excepción de Reino Unido, que está dejando el bloque; de Dinamarca, que ha renunciado a formar parte de los asuntos de defensa; y de Irlanda, Portugal y Malta. Austria, que es tradicionalmente neutral, se adhirió de forma posterior al pacto. París quería al principio que una avanzada de países de la UE aportasen dinero y activos a las misiones y proyectos militares liderados por Francia, mientras que Berlín buscaba algo más inclusivo. Sus promotores dicen que, si tiene éxito, este “club” de 23 miembros dará a la UE un papel más coherente a la hora de afrontar crisis internacionales y terminará con el tipo de problemas que se vivieron en Libia en 2011, cuando los europeos dejaron en manos de Estados Unidos las fuerzas aéreas y las municiones. Frente a los anteriores intentos de crear una fuerza común, esta vez la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por Washington, respalda el proyecto, buscando beneficiarse de unas fuerzas militares mayores. Londres no forma parte de la iniciativa, pero políticos británicos han estado presionando para que se permita la participación de terceros países. La industria aeroespacial de Gran Bretaña y su mayor empresa de defensa BAE Systems temen quedar al margen, dijeron diplomáticos. Cabe la posibilidad de que Reino Unido pueda unirse, pero sólo de manera excepcional, si proporciona fondos sustanciales y experiencia.

 

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