Mientras en otros países desde hace décadas se ha integrado la educación financiera en los programas educativos, aquí apenas tiene calidad de propuesta.   En mayo de este año, el presidente de Enrique Peña Nieto dio a conocer que durante su gobierno se buscará incorporar contenidos de educación financiera en los programas de estudio en nivel básico y medio. Según se informó, se trata de uno de los puntos contenidos en su Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018. Sin duda se trata de una maravillosa noticia. Sólo queda decirle al Presidente, a todos los políticos y a las empresas del sector financiero que no es urgente, sino urgentísimo que empiecen a trabajar en la materia. Que no se tomen literal eso de que será durante “el sexenio” y lo empiecen a implementar al inicio y no al final del sexenio. Y es que en México, la educación financiera ha sido relegada durante muchos años. Mientras en otras naciones, desde hace décadas, se ha integrado la educación financiera en los programas educativos, en nuestro país apenas se está proponiendo llevar este tipo de educación a las escuelas. En algunos países desarrollados, los gobiernos se han preocupado porque los niños se gradúen de la primaria con suficientes conocimientos para manejar su dinero e incluso puedan abrir una cuenta bancaria. En México, los bancos  han abierto cuentas de ahorro o de crédito, pero sigue el problema, los pequeños no tienen educación financiera y son los padres los que terminan pagando lo que consume el menor o controlando lo poco que logran ahorrar. En nuestro país es cada vez más fácil acceder a servicios financieros, pero esto se convertirá en una bomba de tiempo si no se educa a la población para que aproveche al máximo este tipo de servicios. Si los padres no saben manejar su dinero, cómo podrían enseñarle a los niños. Se trata de un trabajo coordinado de gobierno, instituciones financieras y la sociedad. El gobierno debe incluir este tema en la educación básica, los bancos deben asesorar perfectamente a sus clientes y las personas deben preocuparse por aprender a aprovechar hasta el último centavo de sus ingresos. Sólo de esa forma tendremos la oportunidad de hacer de la educación financiera un impulsor del bienestar social y una base para el desarrollo. Pero mientras la educación financiera llega a las aulas, hay muchas formas de acceder ella. Algunos bancos han implementado programas de educación financiera para que sus clientes conozcan instrumentos de ahorro y de inversión o para que aprendan a manejar y a aprovechar al máximo sus tarjetas de crédito sin endeudarse. Otra excelente opción son los talleres de educación financiera de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) que están abiertos a todo público. Pero lo más importante es que la población deje a un lado el temor a los números y se preocupe realmente por aprender sobre estos temas. Es un hecho que entre más conozcan su dinero les dará más. Por lo pronto, la tarea es visitar la revista digital Proteja su Dinero de la CONDUSEF para irnos educando financieramente. Ahí les dejo la liga: condusef.gob.mx/Revista/ Contacto: Twitter: @elopez_loyola Email: [email protected] Email: [email protected]

 

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