Zacua, la marca que produjo el primer vehículo eléctrico mexicano, trabaja en el diseño de un auto más grande después de haber lanzado al mercado un modelo de dos puertas. “Se trata de una línea aparte, con su propio nivel de inversión y su propia proyección de ventas, con una meta mucho más alta”, detalló el presidente ejecutivo de Zacua, Jorge Martínez, en entrevista con Forbes México. El diseño comenzó hace 12 meses y el directivo mexicano estima se completará en los próximos dos años. “A finales de 2020 podríamos tener el vehículo de cuatro puertas”. Sobre el posible nombre, Martínez cuenta que Zacua les gusta mucho, pero aún no es seguro. “Para nosotros ha sido muy gratificante porque es un rescate de México, de raíces prehispánicas, de la comunión de la parte mestiza, y de la naturaleza porque es un ave endémica, pero no estamos seguros todavía si le vamos a poner nombre de otra cosa emblemática que haga una evocación parecida o dejamos el Zacua con otra nomenclatura”.   Objetivos eléctricos Este año, la empresa pretende producir 100 autos, de los cuales, 50 ya están vendidos. El próximo año, 200. En 2020, la empresa que preside Martínez elaborará 300, con el objetivo de duplicar su capacidad de producción y oscilar sobre 700 vehículos eléctricos.  Para lograrlo, desembolsarán alrededor de 300 millones de pesos, incluyendo el vehículo de cuatro plazas. Los vehículos se ensamblarán con 40% de autopartes locales y 60% extranjeras, pero la meta hacia el cierre de 2019 es que el 100% sea local.

Planta de Zacua en el complejo industrial Puebla 2000 (Foto: cortesía).

El pasado 27 de abril de 2018, en la zona parque industria de Puebla 2000, la marca inauguró su planta automotriz en la que producirán sus dos modelos M2 y M3 con un desembolso de 80 millones de pesos. Zacua enfrenta en el mercado mexicano un reto comercial significativo. Aunque la venta de autos verdes (híbridos y eléctricos) subió 67% en su conjunto en los dos primeros meses de este año, la tendencia de los eléctricos ha desacelerado. De enero a febrero de 2018, su comercialización se hundió 53%, con 28 unidades vendidas frente a 60 de 2017, de acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). “Desde el día del lanzamiento se vendió casi un tercio de la producción. Las personas esperaban a que salieran de la línea y ahora estamos por entregar a fin de mes. Ha habido compradores que lo adquirieron por internet sin conocer el vehículo, sin haberlo visto. Caramba, te habla de un nivel de confianza y credibilidad que hemos logrado transmitir”. Además del vehículo de cuatro plazas, Martínez adelantó que trabajan en otra gama aún más ambiciosa: autobuses eléctricos utilitarios para servicios municipales. —¿Están pensando en entrar al transporte público? —Sí, claro, pero vamos paso a pasito— respondió el directivo. Lee también: El primer vehículo eléctrico mexicano comenzará a producirse en Puebla

 

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