La Ciudad de México será por segunda vez sede de una copia fiel de la Capilla Sixtina, avalada por los Museos Vaticanos, aunque en esta ocasión se instalará en el Zócalo. La réplica será exhibida del 19 de abril al 19 de mayo en conmemoración de las tres décadas de relaciones diplomáticas entre la República Mexicana y el Estado Vaticano.
La réplica de la Capilla Sixtina será instalada con “donaciones de distintos patrocinadores”, dijo este lunes la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.
El horario de operación será de martes a domingo de 10:00 a 18:40 horas y se podrá ingresar en grupos de 300 personas cada 20 minutos.
Para el acceso, precisó este lunes en conferencia de prensa el jefe de la oficina de la Jefatura de Gobierno, José Alfonso Suárez del Real, se repartirán boletos que no tendrán costo, solamente serán usados para llevar el conteo de las 300 personas por grupo.
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Los visitantes podrán hacer una reservación de su boleto en el portal www.sixtinaenmexico.com o podrán obtener una entrada directamente en las taquillas que se instalarán en el entorno del Zócalo de la Ciudad de México.
El protocolo sanitario incluirá el uso de cubrebocas al tratarse de un espacio cerrado, así como el uso de gel antibacterial al ingreso a la copia fiel de la Capilla Sixtina. En el caso de personas adultas mayores con enfermedades inmunodepresoras o con patologías crónicas se recomienda uso obligatorio de mascarilla.
La Capilla Sixtina forma parte del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano. Originalmente funcionó como la capilla de la fortaleza vaticana y era conocida como Cappella Magna. Su nombre viene del papa Sixto IV quien ordenó su restauración entre 1473 y 1481.
Este espacio catalogado como Patrimonio de la Humanidad ha servido para celebrar actos y ceremonias papales, entre ellos los cónclaves electorales de los papas. Las medidas de la Capilla Sixtina son 40.9 metros de largo, 13.4 metros de ancho y 20.7 metros de alto.
Por encargo del papa Julio II, Miguel Ángel decoró la bóveda de la Capilla Sixtina, desde 1508 a 1512. Años más tarde, entre 1536 y 1541, el artista pintó El juicio Final en la pared del altar.
Las relaciones diplomáticas entre México y el gobierno de la Santa Sede se remontan al 21 de septiembre de 1992, cuando se reformó el artículo 130 constitucional sobre las agrupaciones religiosas y ocurre el primer intercambio formal de notas.
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Del 11 al 12 de agosto de 1993, el papa Juan Pablo II realizó su primera visita como Jefe de Estado y de Iglesia al estado de Yucatán. El evento central de esa visita fue el encuentro con comunidades indígenas.
Del 22 al 26 de enero de 1999, Juan Pablo II realiza su segunda visita como Jefe de Estado e Iglesia, que incluyó encuentros con el cuerpo diplomático mexicano en la Ciudad de México, una reunión con jóvenes en el Autódromo Hermanos Rodríguez y visitó a enfermos en el Hospital Adolfo López Mateos, además de un acto masivo en el Estadio Azteca.
La relación diplomática con el Estado Vaticano continuó con el papa Benedicto XVI, cuando del 23 al 26 de marzo de 2012 realizó su primera y única visita oficial a México. Después, del 12 al 17 de febrero de 2016 el papa Francisco realizó su primera visita oficial como Jefe de Estado y de Iglesia a México.
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