Disney anunció a los actores que nos transportarán a una galaxia muy, muy lejana. En su mayoría, una lista conformada por nombres desconocidos.   Por Dorothy Pomerantz   Disney ha anunciado a los actores que pronto nos transportarán a una galaxia muy, muy lejana con la séptima película de Star Wars. Hay actores veteranos que estarán de vuelta junto a un grupo de jóvenes como Oscar Isaac, Daisy Ridley y Adam Driver. Si esos nombres no les suenan, no se preocupen, ése es exactamente el punto. Aparte de Andy Serkis (que se especializa en papeles creados por computadora como Golum en El señor de los añillos y Caesar en el Planeta de los simios), Driver es, probablemente, el más conocido de los nuevos miembros del reparto, gracias a su trabajo en Girls. No hay Natalie Portmans o Ewan McGregors en esta Guerra de las galaxias, sólo un montón de Hayden Christensens. Un elenco desconocido puede ser muy beneficioso desde el punto de vista de la historia. El público no tiene prejuicios sobre la mayoría de estos actores por lo que será capaz de asimilarlos mejor. (Y aunque no tenemos sino prejuicios sobre los veteranos que regresan, ése no es un problema ya que estarán interpretando sus papeles más famosos.) Pero, por supuesto, también hay un beneficio económico en la contratación de desconocidos: son baratos. El presupuesto para todo el reparto en la foto publicada hoy es probablemente menor al que Disney tuvo que pagar a Robert Downey, Jr. para que se pusiera de nuevo el traje de Iron Man en la segunda película de Los Vengadores. Y pueden estar seguros de que la casa del ratón ha firmado a estos actores para filmar múltiples secuelas. Los actores desconocidos que participan en grandes franquicias cinematográficas saben que no van a recibir un pago tan grande la primera vez, y que cuando se publiquen las cifras de la taquilla en todo el mundo tendrán que contentarse con sus bonos y todo lo que el estudio decida repartir entre ellos. La esperanza de estos actores (y sus agentes y representantes) es que sean capaces de volver a la mesa de negociaciones y exigir mucho más dinero por la próxima película. Esa realidad dependerá de cuán indispensables se vuelvan los actores. Aún no conocemos el argumento ni el papel que jugará en ella, pero si Adam Driver, digamos, interpreta a Luke Skywalker, podríamos concluir que sería difícil reemplazarlo con otro actor. Eso es lo que le pasó a Jennifer Lawrence en Los Juegos del Hambre. La joven actriz recibió menos de 1 millón por la primera película, pero 10 por la segunda. Lo mismo ocurre con Downey en Iron Man. Él es ahora el actor mejor pagado de Hollywood, porque Marvel y Disney no pueden permitirse el lujo de perderlo. Hay versiones que sugieren que Disney no está muy contento con la influencia que Downey tiene sobre las películas de Marvel. No se sorprendan si Star Wars resulta ser más bien una obra de conjunto que ofrece un manojo de personajes que potencialmente podrían desempeñar otros actores en la secuela de la primera película. A pesar de que las nuevas películas de Star Wars seguramente ganarán miles de millones, a los estudios no les gusta perder su influencia. Nunca. star_wars

 

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