La dinámica de los nuevos emprendimientos no requiere de espacios amplios ni propios, por lo que la renta de oficinas por hora o día se vuelve cada vez más rentable y atractivo para ese nicho de mercado. Entérate por qué.    Por Karsten Strauss   Dado el gran interés actual por los startups, más y más jóvenes empresarios están buscando instalaciones de coworking (trabajo colaborativo) para hacerse de un espacio de oficinas relativamente barato. Además de WiFi, fax, salas de conferencias, cocina y áreas de preparación de bocadillos, estos espacios de negocios en renta  también ofrecen a las nuevas empresas la oportunidad de codearse con otras personas en su ámbito. La industria del espacio de coworking ha experimentado un crecimiento en los últimos años y parece que no hará otra cosa sino crecer. “Es una evolución natural de la tecnología”, dice Sande Golgart, vicepresidente regional occidental de Regus, el proveedor de espacios flexibles de trabajo. “Es una mezcla de tecnología y gente que hace un uso cada vez más inteligente de su espacio. Hoy en día la gente no necesita todo el tiempo un teléfono fijo conectado a una pared frente al cual deba sentarse todos los días. “Hoy en día un empleado de oficina puede ser móvil y un empresario en constante movimiento simplemente estará perdiendo dinero mediante el pago de una oficina de tiempo completo, explica Golgart. El aspecto social del trabajo colaborativo se ha convertido también en un fuerte atractivo. “Algunos incluso prefieren trabajar con otras personas”, dice Golgart. “Les resulta inspirador, les resulta más rentable y descubren que pueden ser muy productivos en ese ambiente gracias a la tecnología.” Regus, que generó ingresos por aproximadamente 610 millones con su negocio en Estados Unidos en 2012, ganó un 30% de ellos. En lo que va de este año, la compañía ha establecido más de 40 nuevas oficinas  en EU, aumentando su número de oficinas a 600. El crecimiento en EU ha sido más fuerte en San Francisco, Los Ángeles y Nueva York. La compañía también planea extenderse para acomodar a los trabajadores que quieren operar más cerca de sus hogares, en áreas como Maryland, Nueva Jersey y los suburbios de Chicago. En el escenario global, Regus planea crecer hasta 2,000 espacios de oficinas en todo el mundo a partir de su número actual de alrededor de 1,500. “Desde un punto de vista económico básico, el principal cliente para el espacio de oficinas es la pequeña empresa o los grupos pequeños”, explica Golgart. “Hay un grupo mucho más amplio en busca de soluciones para oficinas pequeñas que grandes grupos en busca de todo un edificio o un piso entero.” A medida que las grandes empresas reducen su tamaño y los empresarios se vuelven más audaces, esa tendencia acelerará su ritmo, añade. “El mundo de los emprendedores y las pequeñas empresas está creciendo de manera exponencial y, francamente, estamos tratando de mantenernos al día con la creciente demanda”, dice Golgart. Montada en esa misma tendencia, pero de una manera un poco diferente, se encuentra Gangplank, un espacio de trabajo colaborativo de bajo costo que opera en Virginia, Ontario, Canadá, y varios lugares en Arizona. “Nos gusta decir que Gangplank es infraestructura para que las personas creativas definan la nueva economía”, dice su cofundador, Derek Neighbors. Fungiendo como una zona de coworking y una incubadora informal y orgánico, Gangplank se ve a sí misma, en parte, como un centro comunitario. Las ubicaciones son financiadas públicamente (a través de la filantropía o una sociedad municipal) y ofrecen programas de salud, artes y clases impartidas por educadores de las instituciones locales. A Gangplank no se le paga con dinero, en su lugar existe un modelo de pago que pide a los usuarios dar una clase o un seminario, ser mentor de otros, o ayudar con los contratos sociales hechos con el municipio local. En pocas palabras, Gangplank no acepta dinero, sólo tiempo y talento. “Creemos que la economía del siglo 21 será impulsada en gran medida por capital no monetario”, dice Neighbors. “Podría ser el social o humano, creemos que esos serán mucho más poderosos con la transición de una economía industrial a una economía basada en el conocimiento humano.” La primera de las oficinas de Gangplank abrió sus puertas en 2008 y la organización ahora dirige cinco instalaciones. Neighbors dice que la tendencia de coworking es muy real. Hay un número creciente de trabajadores independientes trabajando duro en su casa o de forma remota  que ve los espacios de coworking como una oportunidad para evitar trabajar solo. Además, los jóvenes emprendedores con nuevas empresas que requieren muy poco espacio de oficinas está comenzando en este tipo de instalaciones para ahorrar dinero y conocer a otras personas con quienes colaborar. Gangplank recibe hasta cinco llamadas por semana de personas que quieren iniciar una nueva ubicación de coworking bajo la bandera de la organización. “Actualmente estamos recibiendo mucha atención tanto de California como de Florida”, dice Neighbors. Gangplank aún no ha decidido exactamente donde abrirá su nuevo lugar. “Creo que este movimiento está enseñando no sólo a trabajadores independientes individuales mucho, también está enseñando a la parte corporativa de Estados Unidos mucho acerca de cómo las personas interactúan, lo que los hace eficaces en la creación y que realmente está definiendo el futuro de cómo las empresas interactúan entre sí a un nivel más profundo”, dice Neighbours.

 

Siguientes artículos

Nueva comunicación corporativa: cuenta una historia
Por

Como capitán de su empresa, no pierda del radar las nuevas tendencias en comunicación corporativa: reportear sobre la ma...