La sorpresa de Navia, más que en sus alimentos, está en su otra carta, la de bebidas, en la que ofrece ¡322 etiquetas de vino!     Por principio aclaremos una cosa: no me gusta comer en centros comerciales y, como amante de las caminatas, no me encanta ir a Santa Fe, una zona planeada enteramente para el coche. Sin embargo, mi última visita a la zona me dejó un par de sorpresas que quiero compartir. En, probablemente, la única zona con infraestructura peatonal de la zona, enfrente de la Ibero, cerca de las oficinas de Microsoft, me encontré con el Garden Santa Fe, el nuevo centro comercial subterráneo inaugurado en mayo. Debajo de un coqueto parque, adentrándose en las entrañas de la tierra, se encuentra Navia, un restaurante que bajo el concepto “cocina cantábrica” ofrece un vistazo a la culinaria del norte de España, con un twist (también hay taquitos). Inaugurado en junio dentro del Garden Santa Fe, Navia, contrario de lo que estás imaginando, goza de luz natural y vistas al cielo todo el día: aislado de la lluvia y del viento, el restaurante tiene vista a un patio interior del centro comercial, y con su decoración náutica, pero sutil, es bastante agradable, al menos mucho más de lo que consideré sería al saber que estaba dentro de un mall. En Navia pueden degustarse, más que nada, mariscos y otros productos ibéricos, como el Pata Negra, por ejemplo. El menú, creación de Carlos Acitores, dueño del establecimiento, y ejecutado por el chef de Extremadura Guillermo Sánchez, ofrece platillos típicos de la región que surca el río Navia en España: pulpos a la gallega, fabada, bacalao a la vizcaína o una parrilla de mariscos (compuesta por navajas, calamares, almejas, palomitas de pargo, camarones, pulpo, etcétera). Se trata de una carta interesante y bien ejecutada, sin mayores aspavientos, con buenos productos, algunos muy frescos de origen local y otros “de especialidad” como las navajas, que se traen desde España cada tercer día. La sorpresa de Navia, más que en sus alimentos, está en su otra carta, la de bebidas, en la que ofrece 322 etiquetas de vino –una variedad impresionante considerando que restaurantes como, por ejemplo, Pujol, cuentan con cerca de 200– que, de acuerdo con Óscar Domínguez, el sommelier, buscan convertirse en 350 para fines de este año, con la idea de perseguir el Award of Excellence de Wine Spectator. Más interesante aún, al menos para mí, es la oferta de vinos por copeo, que cambia mes con mes, en la que pueden degustarse alrededor de 14 tintos, cuatro blancos y tres espumosos de calidad entre media y Premium, cosa que no se ve todos los días. De la carta total de caldos, 60% son españoles y el resto está repartido entre Francia, Italia, Chile, Argentina, Estados Unidos, Australia, Canadá y México. De los vinos nacionales, 70% es de origen artesanal, proveniente de esas pequeñas producciones que suelen ser tan auténticas y cuidadas. Por último, me parece imprescindible, sí, imprescindible, mencionar la quesada pasiega, típica de Cantabria, postre al que Carlos Acitores supo darle la vuelta agregando un extraordinario, en mi memoria gustativa “memorable”, helado de aceite de oliva, cremoso, nada grasoso y lleno de sabor extra virgen. Un gran acierto, considerando que el cierre de una comida es casi tan importante como la totalidad de la comida en sí. Sólo el tiempo dirá si lo que ofrece Navia es suficiente para el exigente público de Santa Fe; sin embargo, pareciera que sin excesivas pretensiones, con variedad, calidad y cielo, van por buen camino.   Navia Garden Santa Fe Guillermo González Camarena 1205, Santa Fe Tel. (55) 25 91 05 26     Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @BombonInsolente Instagram: @BombonInsolente     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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