Grupo Prysmian, empresa que lidera la producción de cableado para sectores de telecomunicaciones y energía, con presencia en más de 50 países, es uno de los jugadores protagonistas en el desarrollo económico y el progreso de industrias como la construcción, minería, petroquímica, y varias más.

Pese a estas fortalezas, el impacto que resintieron por la pandemia no fue diferente que el de miles de compañías en México y Latinoamérica: los resultados de negocio cerraron el primer semestre de 2020 con una contracción en ventas de 28%, con respecto al periodo anterior.

Sin embargo, al término del año, una fórmula balanceada, bien ejecutada y acciones rápidas mostraron sus resultados: 37% de crecimiento durante el segundo semestre. Al cierre del año 2020, la tendencia ya superaba al periodo pre-pandemia.

REVERTIR EL PANORAMA DE FORMA RADICAL

“Hace poco más de un año era imposible saber qué pasaría con la pandemia, era prematuro anticiparse. Formamos un comité de crisis a nivel Latinoamérica e hicimos un diagnóstico profundo simulando diferentes escenarios”, dice Juan Mogollón, CEO para Latinoamérica de Grupo Prysmian.

La empresa concentró sus prioridades hacia tres aspectos fundamentales: cuidar a la gente, a los clientes y a la cadena de suministro. El objetivo de la estrategia era simple, posicionar el negocio para una recuperación integral hacia 2021. “Lo primero que hicimos fue priorizar y fortalecer la salud de nuestros colaboradores”, evoca Mogollón.

“Dos semanas antes de la llegada de la emergencia epidemiológica, se anunció que no habría recortes masivos de personal por la pandemia. Esto detonó una tranquilidad para que todos los trabajadores se mantuvieran enfocados”.

Posteriormente, la empresa emprendió un protocolo que incluyó un programa integral de Salud y Bienestar para empleados y sus familias, a través de pláticas informativas sobre Covid-19, avances y hallazgos de la enfermedad, así como lineamientos para protegerse mejor desde casa.

Sin duda, las medidas más trascendentales tuvieron que ver con el mejoramiento de acuerdos con instituciones de salud para garantizar la atención de los trabajadores cualquier día de la semana a toda hora, así como la aplicación de pruebas rápidas para los colaboradores y sus familias mediante módulos drive-thru implementados en los mismos estacionamientos de las plantas. A la fecha, se han aplicado más de 30 mil pruebas.

INNOVAR PARA MANTENERSE CERCA DE LOS CLIENTES

En cuanto al segundo pilar de la estrategia, el servicio a clientes, Mogollón destaca que se ha vuelto un factor mucho más presente a pesar de la nueva realidad. “En Grupo Prysmian desarrollamos una herramienta digital para conectar al vendedor con el cliente, así que lanzamos una plataforma a través de la cual ayudamos a mejorar el contacto y nos mantenemos cerca para apoyarlos cuando sea necesario”, señala el directivo.

Durante el pico del confinamiento, la firma generó más de 10 mil llamadas por mes con sus clientes y prospectos en Latinoamérica.

“A lo largo de mi carrera he aprendido que el liderazgo en situaciones de crisis es fundamental, pero la experiencia es muy importante. Necesitamos tomar decisiones en tiempo real y con más ambigüedad: manejarnos con nuestro corazón y nuestro instinto, no solo con los números”. Juan Mogollón, CEO para Latinoamérica de Grupo Prysmian.

Por otro lado, la empresa mantuvo en pie sus inversiones a nivel región, que incluyeron, por ejemplo, la ampliación de su sede en Brasil, en donde se inyectaron 7 millones de dólares a las fábricas de fibra óptica y de cable para el mercado de energías renovables, así como un laboratorio de investigación y desarrollo para nuevas aplicaciones, ante el crecimiento de la tecnología 5G.

El presidente de Prysmian México Marcelo De Paola, comenta que en el país, durante este año de pandemia, Grupo Prysmian fue capaz de manejar las operaciones en seis plantas –repartidas en cuatro ciudades–, para no detener la entrega de proyectos relevantes, como el Parque Eólico Fenicias, en Nuevo León, donde Grupo Prysmian colabora con GES entregando una capacidad de energía de 170MW (megavatios); así como el parque solar Cuyoaco, en Puebla, proyecto liderado por Iberdrola, generando 200MW en energía renovable.

Si las restricciones de movilidad no fueron motivo para alejarse de sus clientes, tampoco representaron un obstáculo que terminara por interrumpir la cadena de suministros. Grupo Prysmian fue extremadamente cuidadoso en su cadena de suministro para asegurar que los clientes no fueran impactados.

Los planes de producción (S&OP) que anteriormente eran mensuales, cambiaron y se replantearon todos los días, con la finalidad de identificar la situación de la cadena de suministros y la necesidad de reaccionar ante cualquier cambio en la demanda de los clientes y de la propia proveeduría.

En palabras de Mogollón, esto fue complejo ya que la misma operación de Prysmian en la región exige mucha atención al detalle, al tener más de 300 proveedores de materia prima tan solo en Latinoamérica, con 13 plantas que fabrican miles de productos.

De acuerdo con el directivo, “la adaptabilidad del equipo de trabajo de Grupo Prysmian no se hubiera logrado sin la resiliencia, capacidad de organización, el empoderamiento de los líderes locales y la asimilación del aprendizaje en tiempo real que demostraron durante la mayor parte del 2020”.

FRENTE A LA NUEVA ERA

La colaboración cercana pese a la distancia y la humildad de reconocer cuando no se puede intuir el futuro, para así mantener la mente abierta, son dos factores que Mogollón recomienda para la subsistencia de las organizaciones en medio de una crisis como la del COVID-19.

“La pandemia ha puesto a prueba las habilidades que tenemos para reorientar a las empresas con una parte proporcional de experiencia y sensibilidad”, asegura. “Todos sabemos que cuando rediseñamos la organización, debemos hacerlo con un propósito en mente. Sin embargo, ante una crisis, es más importante que el propósito se traduzca en acciones cotidianas desde el primer día, empoderando líderes para que actúen rápidamente y colocando a las mejores personas en los proyectos más desafiantes”.

Mogollón sabe que no habrá un regreso a la normalidad, sino que más bien se ha instalado una nueva realidad en el orden de las cosas. “El tren hacia el futuro ya ha partido”, en sus propias palabras, y Grupo Prysmian llega fortalecido para seguir liderando su sector.

 

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