Por: Adolfo Laborde*

Los retos del Comercio Exterior de México en los siguientes años son enormes. La Organización Mundial del Comercio (OMC, 2020) pronostica una caída de los flujos comerciales internacionales para el 2020 entre el 13% y el 33%. En el caso de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL, 2020) la baja del comercio en América Latina y el Caribe será de alrededor del 23%. Esto no es solo por los efectos que ha ocasionado el Covid-19, sino por la competencia por la presencia de los países que compiten con nosotros en el mercado global ya sea vía la Organización Mundial del Comercio o por la extensa red de Tratados de Libre Comercio (TLC´s) con la que nuestro país cuenta (13 con 50 países).

De esta forma, la tarea no solo es la reactivación, sino la consolidación de nuestra presencia en los mercados en donde ya tenemos presencia y diversificar donde hay o no instrumentos para tal efecto. De acuerdo con datos expuestos por la titular de la subsecretaría de Comercio Exterior, Dra. Luz María de la Mora de la Secretaría de Economía (SE), en conferencia con los alumnos del MBA de la Universidad Anáhuac en días pasados, los principales socios comerciales de nuestro país son: Estados Unidos (62.9%), China (9.8%), Alemania (2.7%), Canadá (2.6%), Japón (2.4%). Malasia (1.3%), Brasil (1.2%) y Taiwán (1.1%).

En este mismo orden de ideas, la Dra. De la Mora recordó la importancia que tiene el Comercio Exterior de nuestro país que representó para el año del 2019 el 75% del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual hace necesario redoblar las estrategias, así como su implementación de buscar nuevos mercados nicho y mercados con poder de compra. La Secretaría de Economía ha hecho lo propio en términos de promoción y en la pavimentación de los instrumentos jurídicos para ello, sin embargo, esto no debería ser una actividad aislada y propia de la SE, es necesario un mayor esfuerzo de los actores económicos nacionales para que cada vez más empresas mexicanas, especialmente la PYMES, se integren a las grandes cadenas globales de valor.

Esto, naturalmente no se podrá lograr por generación espontánea, además de llevar a cabo los tres ejes de acción del gobierno mexicano en la materia, es decir, inclusión, innovación y diversificación, es menester detectar a través de ejercicios de inteligencia comercial qué empresas nacionales pueden beneficiarse de esto y cómo encaminarlas a un proceso de internacionalización en los mercados meta.

Ante esta urgencia, que considero de seguridad nacional, antes de dar ese paso es fundamental democratizar la participación de las empresas y más importante, los Estados de la República Mexicana que participan regularmente en el Comercio Exterior de México que, sin entrar en detalles, son 6 y se encuentran en el norte del país. Aquí la necesidad de democratizar el acceso a los mercados internacionales a este tipo de empresas. El financiamiento es otro aspecto importante de apalancamiento para considerar y finamente, dotarlas del conocimiento y capital humano que lleve a cabo el proceso. En ello, las Universidades del país, y especialmente sus docentes, tendrán que integrar en sus planes de estudio materias teórico-prácticas en la formación de sus alumnos de licenciatura, maestría, doctorado y sus cursos de extensión para lograr la reactivación, consolidación y diversificación del Comercio Exterior de México.

Contacto:

Adolfo Laborde es Doctor en Relaciones Internacionales. Profesor Investigador de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac México.*

Corrreo: [email protected]

Twitter: @adolfolaborde71

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