Por Viridiana Mendoza y Zacarías Ramírez Con más de 180,000 colaboradores contratados para terceros, Raúl Beyruti afirma que su empresa, GINgroup, es el cuarto empleador más grande de México. Por lo pronto, esa cifra es incluso superior a los 170,000 empleados que contratan las 20 empresas de outsourcing afiliadas a la Asociación Mexicana de Capital Humano (Amech, a la que, por cierto, no pertenece GINgroup). Para Beyruti, son dos las claves que hacen que 4,500 compañías elijan a su empresa para administrar a su personal, entre ellas Walmart, Comex, Afirme, HSBC y Santander. La primera, indica, es un software de administración que permite a los clientes conocer los datos de sus empleados en tiempo real en materia de sueldos, ausentismo, horas extra, comisiones y pagos al seguro social. La segunda, y más importante, es un paquete de beneficios que incluyen servicios de 70 empresas entre seguros, acceso a créditos, gimnasios y atención médica que brindan de manera gratuita para todos los colaboradores. “Buscamos que nuestros clientes sientan que lo que pagan por honorarios es un servicio de alta calidad, dejamos totalmente satisfecho al cliente, incluso tenemos algunos que llevan 20 años con nosotros”, afirma Beyruti en entrevista con Forbes México.
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La facturación anual de GINgroup ronda los 31,000 millones de pesos (mdp), afirma Beyruti, y agrega que el paquete de prestaciones que brinda a sus clientes tiene un costo de entre 0.8 y 0.9% de ese monto; eso significa menos de 300 mdp al año, que llevado a costo por empleado se traduce en poco más de 1,500 pesos anuales en beneficios que a una empresa tradicional le costarían una parte considerable de sus utilidades. “Es un beneficio enfocado al colaborador, para que genere un sentido de fidelidad, de lealtad a favor del cliente y no se vaya. Cada vez que un colaborador se va, implica que el proceso productivo se rompe y se tiene que traer a otro, investigarlo e involucrarlo en el proceso productivo, es tiempo que impacta las utilidades de las empresas”, dice el empresario poblano. De acuerdo con Beyruti, si una persona cotiza un paquete de beneficios similar de manera individual, el costo sería de 8,000 o 9,000 pesos. “Todos los contratos que tenemos buscamos que sean exclusivos, muchos de ellos (los clientes) son también nuestros clientes en nómina, estamos intercambiando, aunque ellos nos hacen sus facturas y nosotros les hacemos las nuestras. La clave es que es una alianza de gran volumen y en todo el país, tienen que ser empresas grandes con el servicio homogéneo”.
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Algunas de las empresas que integran su paquete de prestaciones son las aseguradoras Mapfre y Zurich, la empresa de asistencia funeraria Anemex, entre otras; algunos, incluso, son filiales de GINgroup.

La competencia ataca

Otras empresas de tercerización u outsourcing califican a GINgroup como empresa simuladora por este modelo de beneficios integrados que aplica. En 2017, el diario Reforma señalaba que AMECH había denunciado a GIN Group por evasión fiscal; sin embargo, hoy la Asociación no genera comentarios al respecto. “El competidor busca crear problemas donde no hay”, dice Beyruti en torno de las críticas a su modelo, y asegura que las críticas e intentos por desprestigiar a GINgroup se relacionan con el hecho de que pocas empresas tienen el tamaño para consolidar un paquete de prestaciones tan extenso y a bajo costo como el suyo. TAMBIÉN LEE: Una nueva realidad en las relaciones laborales La AMECH afirma que sólo 40 de las más de 2,000 empresas de outsourcing del país cumplen con auditorias para garantizar que no incurren en prácticas de simulación en la remuneración de los empleados; esto ocurre cuando una empresa declara un salario menor ante el Seguro Social e incurre en figuras legales para pagar el resto. Estas prácticas caen en el terreno de la elusión fiscal y ahorran dinero a las empresas al pagar una menor carga tributaria, pero perjudican al trabajador quien ve mermada su contribución a la Afore e Infonavit. Beyruti asegura que GINgroup no sólo declara correctamente los salarios de los colaboradores, sino que ha pugnado porque exista una norma de cumplimiento y un auditor para certificar a las empresas de manejo de capital humano. “Nosotros propusimos la Norma Mexicana de Cumplimiento para Empresas de Tercerización, trabajamos con la Secretaría de Economía y con un comité que fue creado ex profeso para esto, el proyecto fue publicado el 6 de diciembre de 2016”, detalla. El proyecto, según explica Beyruti, tenía 120 puntos de cumplimiento en materia de gestión de calidad, normas fiscales y contabilidad. “Cuando nosotros hicimos el empuje, muchas empresas dijeron que no podían cumplir y se bajaron del proyecto, al bajarse, quedó congelada esa norma”, relata.

El agua no es clara cuando las empresas son grandes

Pero las dudas en torno persisten. La operación de GINgroup puede despertar dudas sobre la administración de sus programas de compensación, señala Gabriela Ríos Granados, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y experta en derecho fiscal. “Cuando una empresa administra un volumen tan grande de empleados es necesaria una auditoria para verificar cómo factura los servicios de compensación que ofrece y si los deduce y, en este caso, cómo se manejan los ingresos cruzados con sus subsidiarias. Esa es la única forma de asegurar que no incurre en una elusión o en una planeación fiscal agresiva”, explica. Para la abogada, es común que las empresas busquen optimizar recursos y minimizar el pago de impuestos. “Cuando se reformó el artículo 28 de la Ley de ISR hubo al menos 300 amparos para que las previsiones de seguridad social mantuvieran la deducibilidad, (pues) para muchas empresas, el costo de las prestaciones sí representa un impacto en la rentabilidad”. El Observatorio Académico Tributario ha dedicado estudios a cómo las empresas incurren en prácticas simuladoras, comenta Ríos Granados. “En muchas ocasiones, es necesario revisar con lupa el impuesto sobre nómina y el impuesto sobre la renta -indica-. Sin ningún ánimo de descalificación, cuando las empresas son grandes la propia operación hace que el agua sea turbia”.

Planes a futuro

Beyruti defiende su modelo e incluso afirma que trabaja en enriquecerlo cada vez más. Para finales de este año, planea poder regalar un check up de salud a cada uno de los 180,000 colaboradores, y cuenta con un área de apoyo para que los trabajadores estudien, para lo cual dispone de acuerdos con universidades como la UVM, Tec de Monterrey, Unitec, Ibero. “GINGroup tiene 10 doctores en su semillero, 30 profesionistas que han terminado su maestría y 350 estudiando su carrera profesional”, afirma. En paralelo, los negocios del grupo se expanden a otros países. Desde enero, la empresa inició operaciones en Colombia, en marzo arrancará en Estados Unidos y en abril en Perú, afirma Beyruti. Canadá está en la mira y sus negocios se extienden también a España, donde recién se hizo de 20% del diario especializado El Economista.

 

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