Por Antonio Casanueva Fernández / IPADE BUSINESS SCHOOL* Los sistemas de control (por ejemplo, presupuestos, sistemas de incentivos, balanced scorecard) son mecanismos medios que utiliza la dirección de una organización, para que la gente haga lo que debe hacer; es decir, alinear los comportamientos de los empleados con los objetivos estratégicos. Históricamente las empresas han buscado esta alineación a través de la medición de objetivos tanto financieros como no-financieros, lo que se resume en frases populares como “lo que se mide es lo que se hace” o “lo que no se puede medir, no se mejora”. Sin embargo, los sistemas de control tradicionales basados en mediciones han sido acusados de provocar comportamientos disfuncionales como la toma de decisiones de corto plazo a expensas de resultados de largo plazo, la manipulación de los indicadores, problemas de relaciones entre colegas o la reducción de la innovación y del aprendizaje. Para evitar comportamientos disfuncionales y, al mismo tiempo, enfocar la atención de sus gerentes en los valores de la organización, algunas empresas han ampliado el alcance de sus sistemas de control. Por ejemplo, la empresa británica Telco Ltd “controlaba” a sus gerentes mediante un “sistema de control social” compuesto de confianza, cooperación y responsabilidad mutua. En Telco, la autoestima de los empleados y las “reglas no escritas” eran más importantes que la medición de los objetivos estratégicos. Prácticas como éstas no son nuevas, en la década de 1950, después de la Segunda Guerra Mundial, la compañía japonesa Sony desarrolló un sistema de valores que guiaría e inspiraría a los gerentes de la organización en el largo plazo. Los valores fundamentales de Sony eran elevar la cultura japonesa proponiéndole a sus colaboradores: ser pioneros, no seguir a otros, y fomentar la creatividad individual. Establecieron la siguiente visión: “Dentro de 50 años, nuestra marca será tan conocida como cualquier otra en el mundo… y significará innovación y calidad que rivalice en donde sea a las empresas más innovadoras…’Hecho en Japón’ significará algo bueno, no algo defectuoso”. También puedes leer: Nueva forma para administrar capital humano Estos casos representan intentos por lograr una “congruencia de valores”, es decir, alinear las motivaciones y las creencias individuales de los colaboradores con los valores de la empresa. Algunas compañías han intentado ir más lejos al influir en la manera de pensar y de vivir de sus empleados, dentro y fuera de la empresa. Los altos directivos de Xerox asistían a retiros en el desierto para alinear los valores corporativos con objetivos espirituales. Tony Hsieh, CEO de Zappos.com, una empresa que vende zapatos por Internet en los EE.UU. va más allá y asegura que su organización se dedica a brindar felicidad. Zappos.com propone a sus empleados que trabajen y vivan según su sistema de valores:
  • Provoquen “wow” a través del servicio
  • Abracen e impulsen el cambio
  • Creen diversión y un poco de excentricidad
  • Sean aventureros, creativos y de mente abierta
  • Persigan el crecimiento y el aprendizaje
  • Construyan relaciones abiertas y una comunicación honesta
  • Hagan más con menos
  • Sean apasionados y determinados
  • Sean humildes
Durante el proceso de reclutamiento, la compañía se fija en las habilidades de las personas, es decir, que sean aptos para el puesto, pero sobre todo en que compartan sus valores. Después de tres meses de trabajar en Zappos.com, si un empleado no comparte los nueve valores, la compañía le ofrece tres mil dólares para que renuncie. Para Tony Hsieh la felicidad consiste en la conectividad –la cantidad y profundidad de las relaciones personales– y en formar parte de algo que sea más grande que uno mismo. Este modelo de felicidad es consistente con una investigación que la Universidad de Harvard ha realizado por más de 75 años en el que han seguido la vida de 724 hombres, año tras año, preguntándoles sobre su trabajo, su hogar y su salud. Según el profesor Robert Waldinger, quien encabeza el estudio, las buenas relaciones nos hacen más felices y más saludables. El sistema de control que usa Tony Hsieh en Zappos.com no se enfoca sólo en medir los objetivos estratégicos, sino en que sus colaboradores tengan una vida congruente, que se comprometan con una serie de valores dentro y fuera de la oficina. Así, Zappos.com se plantea brindar felicidad: un camino hacia las utilidades, la pasión y un propósito. *El autor es profesor de Control e Información Directiva del IPADE y director del IPADE sede Guadalajara.

 

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