Durante los últimos 25 años; el motor de las tendencias electorales en México ha sido el descarte de las peores opciones a partir de la (aparentemente) menos mala. L@s elector@s votan descartando, manifestando su ira, descontento, insatisfacción y castigando a los presuntos culpables de malos resultados, volcándose hacia lo puede significar (ilusoriamente) un viraje y el castigo a los malos gobernantes.

Las campañas, el discurso y los debates son meras acusaciones, descalificaciones, demagogia y degradación reciproca entre los candidatos. La propuesta es escasa y solo se centra en ofrecer apoyos en monetario, tarjetas dirigidas a las bases electorales más activas y promesas irracionales y muchas veces ridículas. Hartazgo y corrupción le abrieron la puerta al mesianismo, el populismo y la mediocridad.

Al final, los gobiernos de todos colores terminan siendo una decepción profunda; como en los sismos, los desastres naturales y las situaciones de emergencia, otra vez y de manera contundente, -ahora ante el COVID 19-, es la sociedad la que se mueve a la vanguardia de la organización, la información y la respuesta ante la pandemia; muy por delante de las autoridades. Hagamos una ponderación de los acordes políticos:

El dogma. El mesianismo se basa en verdades incuestionables, fe ciega y absoluta, mientras que los problemas sociales requieren liderazgo, eficiencia, energía, pasión, entrega y respuestas contundentes. Nadie sobrevivirá la crisis solo con discursos, desinformación, desviaciones, imploraciones, excusas y la eterna presencia de “adversarios” o “conservadores”.

Está claro que No se admiten cuestionamientos a riesgo de ser excomulgado o tachado de escriba o fariseo; existe una sola verdad. Aún ante los nubarrones de la crisis, el rebaño tiene que pastar el sermón diario y digerir -sin chistar- lo que le ofrezcan y le comuniquen, aquí no cabe la iniciativa, ni la actitud reflexiva y mucho menos el pensamiento crítico.

La sociedad tiene un foco de atención mundial y comparativos de resultados que permean a todos los estratos y en tiempo real; demagogia, cerrazón, rezos y falsas promesas, ya no convencen; es la pandemia la que puede llevar a un renacimiento político con líderes frescos, reales y capaces. 

Pobres pescadores. Nuevamente los héroes reales están surgiendo -antes de los escombros- hoy en las calles, los laboratorios, hospitales y en cada hogar de manera anónima. La solidaridad se revitaliza y la gente empieza a actuar movida por sus propios medios, rebasando a las autoridades impávidas, incapaces y desconcertadas.

Un gabinete reclutado solo por la fe ciega, no ofrece nada, se baña en espiritualidad para que no se le pida claridad ni eficacia, puede remontarse hasta Eva o Caín para asignar culpas, peo no le pidas cuentas del presente. Olvídate de las cosas concretas; las cuentas claras o las estadísticas realistas de enfermos, contagiados o decesos; ni la salud ni la seguridad se comparan con la tranquilidad interior, la pasividad y el conformismo. No se te olvide usar tu tiempo en casa para que le enseñes estas cosas a tu familia.

No podemos pedir mucho, a salario mediocre, igual personal, capacidad y rendimiento. Lo importante y único sigue siendo la defensa a ultranza del reino prometido, invisible e ilusorio, así como del iluminado que los puso en la nómina.

Milagros acotados. Las emergencias civiles demandan y obligan a acotar, reorientar prioridades, ajustar presupuestos, crea nuevos modelos de desarrollo y enfocarse en los temas centrales; sin embargo, el mesianismo es obtuso.

Se ofreció reconstruir el templo, -perdón- el aeropuerto, ¿para que gastar en salud? eso no deja nada; además los pobres son inmunes y llegaran al paraíso, su sufrimiento les abona para la vida eterna; los que tienen dinero, tienen para cuidarse, así que sigamos con ese proyecto.

¿Qué una refinería es inviable, costosa y muy mal negocio?, ¿Qué bajaron los precios del petróleo? No escuches a los demonios y dale gracias al buen gobierno que hizo el milagro de bajar las gasolinas.

¿Qué debemos despreciar las energías limpias? ¿te preocupas por el paisaje en Baja pero qué te vale el desastre ecológico de un tren en el sureste?, ¿qué más de la mitad de la población no cuenta siquiera con agua para beber diariamente? Eso no importa, agradece y comete el pan y el pescado que te multiplicamos (si te lo roban en el transporte ese es tu problema); cállate y lávate las manos.

El reencuentro con la Virtud. La Fe, solidaridad, gratitud, valor, coraje y la esperanza pertenecen a la gente y a nadie más. Nos toca de nuevo luchar como sociedad, distanciarnos en la convivencia para cerrar filas ante la emergencia.

Estar atentos, sumar, vacunarse ante los falsos profetas; informarse, compartir, meditar, producir desde casa, aportar, cuidarse, aprovechar el tiempo, el talento y la fuerza, crecer como individuos y reflexionar sobre la trascendencia de nuestra vida.

Un mensaje de solidaridad con los caídos; una plegaria directa y de aliento para los enfermos; mexican@s al grito de pandemia, enfrentar y salir delante de una crisis depende de cada un@

Por favor no te olvides de los vulnerables; adultos mayores, población con padecimientos previos y quienes se encuentran en el desempleo y la economía informal, las mascotas y mantente atento del maltrato y la violencia familiar.

 

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