¿Qué conviene más, un crédito o una inyección de capital?, ¿cómo lograr que los bancos pierdan el miedo a los emprendedores? La obtención de recursos es una tarea ardua para quienes inician un negocio. Expertos financieros y emprendedores hablan sobre cuáles son las alternativas y cómo han logrado consolidarse.       Carlos Anaya es tajante: “No entiendo cómo hay instituciones que dan una tarjeta de crédito con la que puedes comprar un reloj de 200,000 pesos a 18 meses sin intereses, y cuando el mismo sujeto va a solicitar un crédito, con intereses, para un negocio, no se lo dan.” Carlos es fundador de Parkimóvil, una startup que busca sustituir los parquímetros con un servicio de pago por espacios para estacionarse a través de celular. Su modelo opera  en varios municipios en la Sierra de Puebla, donde se han logrado realizar más de un millón de transacciones de pago a través de SMS. Sin embargo, aunque su negocio crece a pasos agigantados, y requiere de capital para crecer, dice que su principal fuente de financiamiento han sido amigos y familia. “En México falta cultura para fondear nuevas empresas. Los emprendedores sólo tienen la opción de fondearse con créditos ‘privados’ cuando van empezando, tener pequeños inversionistas que generalmente son los amigos y la familia. En mi caso, ahora que hemos crecido seguimos con estos mismos inversionistas; preferimos darles preferencia a ellos que a los bancos. Finalmente, ellos estuvieron ahí en la etapa de mayor riesgo”, dice. Para Ernesto Gómez, director comercial de Finmex, existen cinco etapas básicas en que las empresas pueden clasificarse: concepto, prototipo, etapa temprana, empresa en crecimiento y consolidación. La etapa concepto se distingue por ser el momento en que se desarrolla la idea y los planes son a corto plazo. En este momento, los recursos necesarios para la empresa provienen del emprendedor y créditos de sus allegados. En la etapa prototipo se desarrollan las primeras pruebas piloto con capital semilla y créditos específicos. En la etapa temprana se pone a funcionar el producto y surgen los primeros indicadores, mientras que una empresa en crecimiento ya ostenta ciertos índices de rentabilidad. La etapa de consolidación, por su parte, es cuando la empresa ya reporta una rentabilidad atractiva, y los planes están enfocados en el crecimiento y la expansión de mercados; las empresas en esta etapa concentran entre 60 y 70% del total de la derrama de crédito disponible para Pymes.   ¿Capital o crédito? Las empresas tienen varias opciones para fondearse; dos de las principales son las inyecciones de capital y los créditos bancarios. Ernesto Gómez destaca algunas de las ventajas y desventajas de las dos alternativas: Crédito Bancario Ventajas: •Una vez liquidado, la empresa es dueña de  los activos generados por el financiamiento. • Una vez liquidado, el gasto financiero desaparece y el flujo de efectivo aumenta. • Beneficios fiscales. • Se adecua a la necesidad particular Desventajas: • Si no se liquida se cubre con garantía. • El emprendedor puede terminar trabajando para la institución financiera acreedora. Capital Ventajas: •  El capital se queda en la empresa incrementando su valor. • Se cuenta con apoyo de management y experiencia de inversionistas. • No existe un gasto financiero fijo. Desventajas: • Se entrega un porcentaje de la empresa. Para una primera etapa, Ernesto Gómez recomienda que el apalancamiento de la empresa en crédito no implique más de 20%. Explica que los emprendedores pueden hacer mezclas entre capital y crédito para cubrir sus necesidades de financiamiento. Ernesto Gómez, director comercial de Finmex, institución especializa en el crédito a Pymes, señala que el tipo de sociedad en que se constituyen las empresas resulta relevante para el propósito de integrar socios o conseguir créditos. Una Sociedad Anónima Promotora de Inversión (SAPI), por ejemplo, tiene más oportunidades de ser fondeada que una SA de CV. La SAPI es una persona moral formada por dos o más personas físicas o morales, con la finalidad de realizar una actividad comercial que permite a sus accionistas tener derechos corporativos y económicos. Se caracteriza por ser un paso previo para cotizar en la bolsa de valores. Este tipo de sociedad toma como base los principios de la Sociedad Anónima común y los desarrolla de forma especializada, haciéndolos más versátiles y dinámicos, ya que tiende a promover mejores prácticas de gobierno corporativo, protección de minorías, la revelación de la información al interior de la sociedad, entre otros.   El reto de incorporar socios Arturo Macip, socio fundador de IPETH, una universidad especializada en fisioterapia de rehabilitación, explica que hace falta un ecosistema en que el inversionista deje de tener miedo a los proyectos y en que los emprendedores busquen, más que dinero, Smart money, que se define como los recursos con un acompañamiento que resulte útil en el crecimiento de la empresa. “No sólo se trata de conseguir dinero; el emprendedor debe tener en cuenta que cualquier socio debe aportar experiencia y contactos a la empresa. Lo cierto es que las condiciones bancarias siguen siendo demasiado complicadas para las Pymes; entonces, si optas por incorporar socios, debes buscar no sólo dinero, sino personas que aporten algo valioso a tu proyecto”, explica. En los primeros dos años de operación, IPETH se financió con créditos privados de familiares y amigos; cuando la empresa empezó una fase de crecimiento, entre sus tres y cinco años, incorporaron inversionistas y accionistas. “Lo que más va a necesitar el emprendedor es talento y dinero. Si un inversionista puede aportar ambas, debes abrirle la puerta.”   Lo que NO debes hacer para conseguir capital Ernesto Gómez explica que de cada 10 solicitudes de crédito, nueve son rechazadas. Aquí te presentamos algunos tips de lo que no se debe hacer al buscar capital: 1. Elegir un tipo de sociedad incorrecto: No es que las AC no tengan derecho a fondeo; lo que ocurre es que una Asociación Civil tiene como característica el ser sin fines de lucro. Si tu empresa no está en esta categoría, no optes por esta denominación. 2. Evita inflar tus ventas: Una de las mentiras más recurrentes entre los emprendedores es inflar las cifras de ventas; sin embargo, si tus cifras y proyecciones lucen desfasadas con respecto al tamaño y condiciones de tu empresa, el crédito probablemente no llegue. 3.No alteres estados de cuenta: Presentar documentos falsos o alterados para conseguir un crédito puede cerrarte las puertas al financiamiento. 4. Ten clara cómo será la dispersión de los recursos: No sólo debes saber cuánto dinero necesita tu empresa; también debes saber exactamente en qué invertirás cada peso del financiamiento.

 

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