Es el tipo de enfrentamiento judicial con el que sueñan los dramaturgos: un “niño genio” acusado de planear una estafa multimillonaria, un grupo de antiguos socios que revelan secretos asombrosos y fiscales del gobierno que aspiran a una victoria de alto perfil.
En el ‘primer acto’, desarrollado durante las últimas tres semanas, los amigos y colegas de Sam Bankman-Fried han ofrecido testimonios condenatorios sobre su papel en el desmoronamiento del imperio criptográfico FTX, diciendo que, a sabiendas, cometió una serie de acciones que culminaron en miles de millones de dólares de pérdidas para los inversores. Se enfrenta a hasta 115 años de prisión si es declarado culpable de todos los cargos.
La atención ahora recae sobre el acusado, quien esta semana se reveló que planeaba testificar en su propio nombre. Los abogados penalistas generalmente dudan en llevar a sus clientes al estrado, donde corren el riesgo de divulgar nueva información a la fiscalía. Pero dada la avalancha de testimonios contra Bankman-Fried y la incapacidad de la defensa para contrarrestar gran parte de ellos, es posible que sus abogados hayan decidido que hay poco que perder.
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Debacle de FTX en la Justicia: Sam Bankman-Fried protagoniza su propio show en el tribunal
Bankman-Fried ha sostenido que es inocente de los cargos penales y culpable de nada más que la mala gestión que llevó al fracaso de FTX. La declaración inicial del equipo de la defensa apunta a su probable defensa: que estaba actuando de buena fe y creía “razonablemente” que sus decisiones redundaban en el mejor interés de sus clientes e inversores. El testimonio, previsto para el jueves, le dará al fundador de FTX la oportunidad de presentar su caso directamente ante el jurado, pero tendría que superar las versiones rivales de sus principales lugartenientes, que reclamaron a su exjefe que:
- mintió a prestamistas e inversores
- Manipuló los balances de la empresa y no logró abordar los déficits obvios de activos versus pasivos.
- desvió miles de millones de dólares de las cuentas de los clientes para financiar lujosas empresas inmobiliarias, inversiones especulativas y reembolsos de préstamos.
- buscó asegurar a los clientes de FTX que su dinero estaba seguro cuando sabía que no lo estaba
- hizo donaciones políticas ilegales
Eso se suma a los chats condenatorios de Signal y los documentos internos que el gobierno ha presentado como prueba en el caso. A los fiscales les queda un testigo: un agente del FBI que se espera que proporcione un análisis de un registro de chat que involucra a Bankman-Fried.
La defensa planea llamar a tres testigos además de Bankman-Fried: Joseph Pimbley, un consultor de servicios financieros, que se espera que testifique sobre las finanzas de FTX; un abogado de las Bahamas que participó en el caso de Bankman-Fried y un experto en registros corporativos, según se informó, dijo el miércoles el abogado defensor Mark Cohen en una conferencia telefónica.
La decisión de Bankman-Fried de testificar se produjo después de que su equipo legal le asegurara lo que consideraba una cantidad suficiente de Adderall, un medicamento recetado para tratar su trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Sus abogados habían argumentado anteriormente ante el tribunal que el acceso inadecuado a la medicación perjudicaba su capacidad de “participar significativamente” en el juicio.
Este artículo fue publicado originalmente en Forbes US.
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