La aprobación hace unos días por parte del Congreso de Estados Unidos de la reforma fiscal que propuso Donald Trump y que contempla reducir el impuesto a las ganancias a empresas de 35 a 21%, debió preverse para actuar en consecuencia con más tiempo de antelación, comenta a Forbes el director general del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), Fernando Ruiz Huarte. “Esto ya se venía venir; ahora tenemos que ver cuáles son los deducibles que tienen (las autoridades de Estados Unidos) y actuar, pero repito, esto ya se venía venir y creo que nosotros debimos prepararnos”, reitera Ruiz Huarte. Para el directivo del Comce lo que sigue en este momento es hacer un diagnóstico pronto de cuál es el impacto real para México, pues si bien es cierto que la reforma de Trump es atractiva para los inversionistas, hay algunas entidades de Estados Unidos que tienen sus propios impuestos y generan pocos incentivos para los empresarios. “Por ejemplo, Texas nos preocupa, porque no tiene otros impuestos, ahí sí nos pega. Y es uno de los principales estados a los que México exporta”, puntualiza. La relación comercial entre esa entidad de Estados Unidos y México se estima en 200,000 mdd anuales. Huevo, miel y gasolinas son de los productos que más exporta ese estado al país azteca. Te puede interesar | Con la reforma fiscal de Trump, Estados Unidos gana y México pierde Sobre la posibilidad de homologar la legislación hacendaria del país a la de EU, Ruiz Huarte la descarta por completo, esto por considerar que al tratarse de políticas fiscales muy distintas se podrían generar más distorsiones económicas que beneficios: “En México, el Impuesto Sobre la Renta (ISR) es un impuesto federal, un impuesto a las ganancias. Aquí los estados no tienen este gravamen. En Estados Unidos, sí. Este tipo de aspectos hacen difícil pensar en una homologación”. Pero más allá de que se apruebe otra reforma fiscal en México más atractiva para los inversionistas, para el director general del Comce esto no resolverá las desventajas que hoy presenta el país en materia de competitividad. “Los estímulos fiscales no es necesariamente lo que hace a un país más competitivo. Tenemos que trabajar aspectos relevantes para los empresarios como la modernización de la plataforma logística, la operación aduanera, la promoción de nuestros productos en terceros países, en costos de energía competitivos y en la diversificación de nuestros mercados, por ejemplo”. Lee | Reforma fiscal de Trump detonará fuga de capitales por 10,000 mdd en México El tema de los sobornos y la corrupción es tanto o más importante para Fernando Ruiz Huarte que la reforma fiscal; de ahí que otro de los temas que dice es importante poner en la agenda nacional es el del estado de derecho como factor crucial para nuevas inversiones. “Hay que reducir la inseguridad y la impunidad para que más empresarios se animen a invertir”. Pese al complicado entorno que plantea para la economía de México la reforma fiscal estadounidense, el director del Comce considera que la caída que ha tenido el peso frente al dólar en los últimos meses representa un incentivo importante para los inversionistas, así como las zonas especiales que están siendo promovidas por el actual gobierno federal y que cuentan con amplios beneficios fiscales, que podrían ser un contrapeso a dichas modificaciones tributarias en EU. “Esto suma, pero hay que reforzar y acelerar la infraestructura en estas zonas especiales. Puerto Chiapas, por ejemplo, no tiene ferrocarril; hay temas logísticos que fortalecer para que realmente se hagan atractivas a los inversionistas. De igual forma somos competitivos en producción de manufactura, es 88% de lo que exportamos, pero tenemos que agregar valor a las exportaciones para ser aún más competitivos”, concluye Fernando Ruiz Huarte. Lee también | Elecciones de 2018 agudizarán impacto de reforma fiscal de EU en México

 

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