Desde la óptica de la innovación, es emocionante presenciar cómo el mundo está experimentando una nueva era tecnológica que está superando los límites de lo posible y cambiando enormemente nuestro entorno. En esta sociedad cada vez más digital, uno de los principales pilares que impulsa esta transformación es la llegada de diversas aplicaciones de la inteligencia artificial (IA), que pasó de ser una ficción futurista, a ser una realidad cotidiana.
El reciente boom de la IA que vivimos no se debe a que sea una tecnología completamente nueva, sino al nivel de acceso que, como consumidores comunes, tenemos a este tipo de herramientas. Por esta razón, estoy convencido de que será cada vez más necesario el llevar el acceso a esta tecnología, y los beneficios que esto conlleva, a cada rincón del mundo, pues la tecnología nos pertenece a todos. Solo así construiremos el futuro innovador que todos deseamos.
Llevar el poder de la IA a todas partes no solo impulsa una igualdad de oportunidades, independientemente de la ubicación geográfica o el estatus socioeconómico de cada persona, sino que también va más allá para fomentar la diversidad en la creación y aplicación de soluciones tecnológicas que pueden hacer frente a retos mundiales críticos como las pandemias, las catástrofes naturales, la salud pública mundial, entre otras.
Esto es un paso esencial para mejorar la vida de todas las personas. Pero antes, se deben superar los principales obstáculos para la adopción de la IA como la escasez de experiencia o conocimientos, los costos elevados de aplicación, la falta de herramientas o plataformas para desarrollar modelos y superar la existente complejidad de los datos. (IBM, 2022)
Es claro que, para seguir evolucionando y superando los límites tecnológicos existentes, debemos garantizar que las herramientas, conocimientos y beneficios de la tecnología estén al alcance de todos, y uno de los elementos principales para lograr esta misión es la colaboración. Es necesario que gobiernos, empresas, organizaciones, universidades y comunidades unan fuerzas para garantizar un futuro tecnológico inclusivo, pues el éxito que buscamos no reside únicamente en el progreso tecnológico, sino en hacerlo de forma responsable, siempre con el objetivo de mejorar la calidad de vida de todas las personas a través de una innovación conjunta y sostenible.
Como ejemplo de esto, la consultora Gartner (2023), estimó que para 2024 una de las tendencias que permitirá esta colaboración será que habrá una mayor inversión para desarrollar la capacidad de la IA para entender y responder al lenguaje humano, generando una comunicación con las personas más concisa y así cerrando cada vez más la brecha entre humanos y las herramientas basadas en IA.
Este es un paso importante para que como sociedad podamos sacar un mayor provecho de la IA. Además, la suma de hechos como estos da rienda suelta a la integración de otras inversiones en infraestructuras tecnológicas, programas educativos más inclusivos y políticas en pro de la adopción de tecnologías emergentes.
Esto nos demuestra que estamos viviendo un momento crucial para la IA, donde incluso la adopción de esta tecnología en ámbitos empresariales ha aumentado alrededor de 250% a nivel global en los últimos 5 años. (HelloSafe, 2023).
Dado estos estimados, se vuelve cada vez más importante que esta nueva era de la IA brinde al ecosistema en general la oportunidad de tener acceso, visibilidad, transparencia y confianza en la misma. Esto solo es posible con un enfoque que adopte las normas del sector y la apertura a la colaboración, siendo más rentable y acabando con los jardines amurallados de propiedad exclusiva, pues como ya fue mencionado anteriormente, la tecnología nos pertenece a todos.
De este modo, la convergencia de talento y recursos a nivel global acelerará la investigación y el desarrollo, permitiendo avances más rápidos y soluciones más efectivas para los problemas globales. En pocas palabras, la colaboración se convierte en un medio para construir un futuro tecnológico sostenible. Así, la IA representa un cambio generacional que amplía las capacidades humanas, pero aún debemos seguir impulsando su desarrollo para aprovechar todo su potencial.
Llevar la IA a todas partes va más allá de las implicaciones sociales, pues a la par desencadena alto valor en el ámbito económico y empresarial. La adopción de esta tecnología estimula un crecimiento del ecosistema empresarial, sin importar el tamaño de las organizaciones, algo que sin duda estimula y fortalece la economía local y global. Esto es algo que ya estamos presenciando, y que año con año se supera, pues de acuerdo con datos de IBM (2022), se espera que la industria de la IA genere 31,200 millones de dólares a nivel mundial en 2025 tan solo en aplicaciones empresariales.
Aún más, cuando la IA es implementada de manera accesible dentro de diversas empresas, se transforma en un catalizador para la mejora de procesos y la eficiencia en diversas industrias. Esto tiene múltiples beneficios que van desde la optimización de la producción, una gestión de recursos de forma más sostenible y una mejora en la competitividad dentro de un mundo cada vez más digital.
De hecho, se espera que gracias a la innovación que va a desencadenar la IA, el impacto de la economía digital a nivel mundial se va a duplicar en la siguiente década (Oxford, BCG y McKinsey) haciendo cada vez más digital todos los aspectos de nuestras vidas. Por ende, esto se traduce no solo a un boom económico y empresarial, sino que también es una mejora tangible en la calidad de vida de las personas y las comunidades. La IA ahora es una herramienta invaluable para nuestra sociedad y debemos aprovecharla en cada aspecto posible.
Dicho eso, la misión de llevar la IA a todas partes es superada por las cuestiones tecnológicas, puesto que también hablamos de un compromiso social y una responsabilidad humana para seguir desatando una nueva era de soluciones creativas. Ninguna tecnología nueva se crea como buena o mala, sino que nos corresponde a la humanidad moldearla para que haga el bien. La industria tecnológica tiene la responsabilidad de liderar este cambio histórico y colaborar con todos los sectores para construir un futuro lleno de innovación que beneficie la vida de todos. La expansión de la IA a todas partes no es solo es una necesidad tecnológica, sino un paso fundamental hacia un mundo donde la innovación llega a cada rincón, desbloqueando así el potencial global de la humanidad.
Contacto:
Santiago Cardona, director general de Intel para Hispanoamérica
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