Por: Yvette Mucharraz y Cano y Karla Cuilty Esquivel

El agotamiento laboral o burnout (por su nombre en inglés)es del que más se habla. No obstante, el burnout parental está siendo estudiado con mayor frecuencia y ha ganado protagonismo en los últimos años. Desde 2017, Roskam y coautores diseñaron un instrumento conocido como “Evaluación del burnout parental” que ha facilitado la identificación de madres y padres que presentan este síndrome.

El burnout parental se define como un síndrome de estrés crónico que resulta cuando las demandas por el cuidado de los hijos exceden los recursos con los que cuentan las madres o los padres. Se caracteriza por un cansancio o fatiga excesiva que va ligada con un distanciamiento emocional con las y los hijos. Además, existe una sensación de ser un mal padre o madre y una pérdida del gusto o placer al jugar, platicar o relacionarse en familia. 

Sin duda, madres y padres expuestos a altos niveles de estrés laboral podrían tener menor energía o ánimo para convivir con sus hijas e hijos lo que, posiblemente, dificulte la relación parental. Asimismo, se ha observado que familias con conflictos internos significativos pueden afectar el desempeño laboral o educativo de sus integrantes. Por ello, estudiar el burnout laboral y parental de manera conjunta, podría generar una visión sistémica de la problemática y conducir a soluciones más integrales. No obstante, el burnout parental no solamente afecta a madres y padres con un trabajo remunerado, también existen casos de madres amas de casa que lo padecen.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Tanto el burnout parental como el laboral están afectados por variables ajenas a la familia o al trabajo. Las expectativas sociales o culturales juegan un papel relevante en la presión percibida por las personas para cumplir con altos estándares de compromiso laboral o bien, a ser madres y padres perfectos. Estas creencias socialmente aceptadas crean demandas aún mayores a las que hijas e hijos requieren o el contexto laboral exige. 

Con anterioridad, los roles de género solían maximizar la presión de la crianza hacia la mujer, incrementando su posibilidad de tener burnout parental, mientras que a los varones la presión era hacia el ámbito productivo, condicionándolos hacia el burnout laboral. Sin embargo, estos roles están evolucionando y ahora, tanto mujeres como hombres pueden padecer cualquier tipo de burnout. Todo esto conduce a la exigencia de conformar una mayor propensión a padecer burnout.

Por el contrario, se pueden encontrar factores que reducen la probabilidad de sufrir burnout parental. En una investigación realizada por el CIMAD, la Universidad Anáhuac y la Universidad de Montana, presentada en junio de 2023 en Irlanda, se destaca que dentro de los factores que mitigan esta condición, influyen las políticas gubernamentales que tendrían que garantizar un sistema de cuidados integral, así como horarios extendidos en las escuelas compatibles con los horarios laborales. Mucho del estrés que enfrentan las madres y padres con trabajo remunerado está ligado con la movilidad urbana para desplazarse a los centros educativos. En este sentido, las empresas pueden apoyar con esquemas flexibles o híbridos para madres y padres, facilitando el recoger a hijas e hijos con seguridad y darles la oportunidad de convivir. 

Otro factor importante es el acceso a un sistema de salud integral, donde la salud mental sea prioritario. En este sentido, se pueden sumar tanto el sector público como el privado para garantizar el acceso a los cuidados psico-emocionales y de salud mental necesarios para todos los integrantes de la familia. Al mismo tiempo, la sociedad debe eliminar prejuicios y estigmas sobre el acceso a estos servicios. La evidencia muestra que los varones pueden tener mayor resistencia a acudir con profesionales de la salud mental porque se pueden sentir vulnerables. Ante ello, es necesario modificar también los patrones sociales que afectan a la salud emocional masculina.

Finalmente, las decisiones personales y familiares tienen relevancia. Contar con estructuras de autocuidado básicas es esencial para mantener un buen estado de salud, por ejemplo; darse el tiempo adecuado para dormir, descansar, alimentarse y tener un pasatiempo individual o familiar son medidas fundamentales para mantener la energía y la alegría en el ámbito familiar y empresarial. 

El burnout parental es un síndrome que prevalece en millones de madres y padres alrededor del planeta, por lo que estudiarlo, identificarlo y mitigarlo es primordial para conformar un entorno de bienestar para las familias y la sociedad. 

Suscríbete a Forbes México

Contacto:

Yvette Mucharraz y Cano y Karla Cuilty Esquivel.

Directora del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección del IPADE Business School.

Investigadora Sénior del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección del IPADE Business School.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

Nearshoring
Nearshoring: la oportunidad que la empresa familiar no puede desaprovechar
Por

A veces la solución para las empresas familiares viene con bombo y platillo; a veces hay que poner atención al cambio de...