Pese a ser una herramienta poderosa y estratégica para encontrar trabajo, conectar con colegas y establecer una marca personal y tu reputación profesional, hay algunos mitos acerca de su funcionamiento y cómo sacar el máximo partido. 

En este artículo, vamos a desvelar 10 de los mitos más comunes sobre LinkedIn, acompañados por consejos prácticos para implementar de inmediato. 

Mito 1: LinkedIn es sólo para solicitantes de empleo

Una de las ideas erróneas más comunes sobre LinkedIn es que es sólo para los que buscan trabajo. Si bien es cierto que muchas personas utilizan la plataforma para buscar empleo, no es en absoluto el único propósito de la red. LinkedIn tiene como propósito generar vínculos y conexiones de calidad en el ámbito profesional, estimular el conocimiento colaborativo y establecer oportunidades de networking en todos los ámbitos posibles, debido a su alcance global.

Consejos: Completa tu perfil y mantenlo al día. La sección “Acerca de” te permitirá explayarte más sobre tu enfoque profesional, experiencia y lo que ofreces. Además, procura colocar arriba la experiencia más reciente, resaltando tus logros, más que la mera descripción de un puesto. Asimismo, recuerda que puedes agregar cursos, certificaciones, proyectos, diplomas, reconocimientos y cualquier otra información de interés para potenciar tu presencia. 

Mito 2: LinkedIn es sólo para profesionales

Si bien es cierto que esto es parte de su esencia, no es únicamente para este fin. De hecho, cualquiera puede crear un perfil en LinkedIn y utilizarlo para conectar con otras personas. Tanto si eres estudiante, empresario o buscas trabajo, puedes encontrar valor en la plataforma.

Entonces, la red es una forma estupenda de mostrar tus habilidades y logros, entablar relaciones con personas afines e incluso encontrar oportunidades de empleo. 

Asimismo, puedes compartir contenidos propios y de otras personas citando las fuentes, subir documentos, comentar y hacer aportes con tu participación activa.

Mito 3: Sólo basta con publicar los antecedentes laborales 

Otro mito sobre LinkedIn es que te va a funcionar si subes solamente tu currículum. Si bien es cierto que no es necesario publicar contenido para tener presencia en LinkedIn, tu perfil ganará visibilidad si compartes contenidos, porque lograrás que los demás en tu mercado te descubran y se interesen.

Te sugiero que lo hagas, incluso compartiendo información de otras personas que te resulte interesante: en ese caso, agrégale arriba dos o tres líneas de opinión propia, para darle tu identidad y sello. 

No es necesario que publiques constantemente; una o dos veces a la semana sería lo apropiado para que el perfil tenga movimiento, el algoritmo lo detecte y te ayude a escalar en visibilidad.

Mito 4: Sólo debes publicar contenido profesional 

Mucha gente piensa que sólo hay que hablar de temas profesionales, con lo que esto conlleva: un lenguaje quizás más formal de acuerdo con tu industria. La verdad es que puedes compartir lo que desees dentro de las normas comunitarias de la red. 

La recomendación es que observes las diferencias de contenido y lenguaje que hay entre las distintas redes sociales que tienes: temas íntimos como un viaje de vacaciones, las fotos de la boda de tu amigo y qué almorzaste hoy, no se verían bien en LinkedIn… dependiendo de cómo lo relates.  

He visto post acerca del nacimiento de un primer hijo, de lo inspirador que ha sido un viaje personal, y la recomendación de un libro que te impactó, por ejemplo. Como puedes ver, son instancias donde seguramente algunas personas comentarán y sumarán sus aportes. Entonces, no te limites ni prejuzgues. Sí, es relevante alinear tu contenido con tu perfil profesional.

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Mito 5: Los hashtags no importan en LinkedIn

He visto por ahí a muchos autodenominados “gurúes” de LinkedIn que dicen que los hashtags no son importantes en LinkedIn; y, basado en mi experiencia, esto no es cierto. De hecho, el uso de hashtags relevantes puede ser una gran manera de hacer que descubran tu contenido, y así, atraer más la atención. 

En los entrenamientos que realiza el equipo de contenidos editoriales de LinkedIn sugieren una cantidad entre tres a cinco hashtags específicos del tema que estás tratando; aunque puedes agregar un par más que sean asociados a tu perfil y temáticas. 

Mito 6: Prohibido publicar varias veces en el día

No hay ningún indicio de que no puedas hacerlo; lo que sí es conveniente es que des espacio y “aire” a tu comunidad entre un post, artículo o newsletter y otro; porque si disparas todo el contenido junto, es posible que la comunidad se disperse, y el algoritmo también.

Como LinkedIn Top Voice y Creador de LinkedIn sugiero que establezcas una frecuencia de días y horarios medianamente fijos. Actualmente existe la posibilidad de programar las salidas desde la misma red: sólo tienes que crear tu contenido con todos los detalles, hacer click en el ícono del reloj, elegir el día y horario, y darle Programar.

Mito 7: Hay que ser experto para publicar en LinkedIn

Este es otro mito que da vueltas desde hace años, y no es verdad. Todas las historias y experiencias tienen valor, sobre todo si las enfocas bien en tu nicho de mercado.

Como tu perfil habla de ti, recomiendo que cuides mucho la redacción, ortografía y gramática. Anímate a redactar en párrafos cortos, dale espacio entre ellos para que la comunidad tenga oxígeno -es decir, no amontones todo el texto, ya que se dificulta la lectura-, y un tip más: los textos sin foto llaman la atención, aunque si lo ilustras convenientemente, subirá la cantidad de visualizaciones. 

Un detalle: si utilizas material de otros autores y creadores, siempre menciónalos.

Mito 8: Creer que tienes que pasar todo el día en la red

Algunos de los especialistas en LinkedIn enseñan que la gente debe pasar una gran cantidad de horas comentando determinada cifra de post por día, hacer menciones a otra gente y aparecer en cuanto hueco se presente. La excusa es que serás más visible.

Es una verdad a medias, porque conozco gente que realmente lo hace a consciencia y comenta agregando valor (esa es la idea al hacerlo); y otra que copia y pega comentarios genéricos del estilo “Muy buen punto, que deja espacio para seguir pensando en ello”, que veo replicados en mi perfil una y otra vez. 

Entonces, si vas a comentar, ponle un poco de sal y pimienta propia, no critiques, hazte cargo de tus opiniones y visiones, y agrega valor, porque eso que escribes define la percepción que los demás tendrán de ti.}

Mito 9: Los reclutadores no miran las redes

Desde hace varios años existe lo que se llama el currículum social: todo lo que tú compartes en tus redes. De hecho, mis conocidos que se dedican a la búsqueda de personal comentan que los perfiles en las redes sociales es lo primero que ven, mucho antes de mirar los antecedentes.

El tip aquí es que si estás en búsqueda laboral, cuides tu presencia digital actual (e histórica) lo máximo posible, ya que hay mucha información que se deduce de lo que colocas en cualquier perfil público. Y si lo tienes privado, eso también habla de ti.

Mito 10: LinkedIn es caro 

Yo mismo creí ese cuento al comienzo de esta red (se lanzó oficialmente el 5 de mayo de 2003), y la verdad es que la versión gratuita es todo lo que necesitas, porque tiene una enorme cantidad de funciones disponibles. 

Por si no lo sabes, si activas la función “Creador”, accederás a más recursos para aprovechar. 

Las versiones pagas son varias, y te permiten acceder a estadísticas avanzadas, algunas funciones extra, y mensajes internos (se llaman In Mail) con personas que estén o no en tu red, entre otras. 

6 tips finales para sacarle el jugo a LinkedIn

Actualiza tu perfil: cuida tu foto, el banner de encabezado, los hashtags debajo de tu nombre y algo fundamental: la descripción breve que pongas arriba. 

Crea tus propios contenidos: actualmente LinkedIn ofrece variedad de posibilidades; desde post simples, hasta artículos más extensos, un newsletter con la frecuencia que desees; formatos de video y audio en vivo, y la posibilidad de subir documentos en pdf. Busca un estilo de temas y enfoques que te resuenen, y anímate: todos empezamos paso a paso. Lo que a ti te parece obvio, no lo es para otra persona, para quien serás fuente de inspiración, y, por qué no, de un valioso contacto profesional. 

Suma contactos sin hacer spam: Las normas comunitarias son cosa seria en LinkedIn. Por lo que no envíes invitaciones a conectar a personas que no conoces: es preferible que comentes sus post interesantes, que entres en su radar, y, una vez creado ese primer vínculo de visibilidad, mandar tu solicitud. Recuerda que las personas que tienen un gran volumen de contactos (que por el momento está limitado en 30.000) y de seguidores, suelen tener su perfil en modo “Seguir”, y no con el típico botón de “Conectar”. Si de todas formas quieres enviar tu pedido, sólo tienes que darle click en los tres puntos al lado del botón de Seguir. Salvo que lo tenga bloqueado o que debas colocar un e-mail para conectar, allí encontrarás ese botón que parecía desaparecido. 

No envíes mensajes “porque tenemos cosas en común”: en su lugar, demuestra en varios meses qué es lo que tienes en común y cómo tu contenido puede interesarle a los demás. Perfiles vacíos, sin fotos ni posteos, y con errores de ortografía, suelen ser descartados al instante. 

Ayuda a otras personas: Los perfiles de empresa tienen menos visibilidad que los personales; por ello, puedes contribuir con tu lugar de trabajo compartiendo algunas novedades en tu perfil, con tu agregado personal arriba. Si ves algo interesante, puedes replicarlo, para que, cuando tengas necesidad, otros también te ayuden. 

Encuentra conexiones de valor: No sólo sumar perfiles te sumará, sino que puedes seguir grupos específicos de todo tipo de actividades. Debes ir arriba, al campo de búsqueda, y tipear tus palabras claves, y luego, elegir qué quieres que LinkedIn te muestre. Allí descubrirás personas parecidas a ti, de todo el mundo, de los que puedes aprender, y viceversa. 

Entonces, la invitación es concreta: deja los mitos de lado, haz tu propia experiencia y saca tus conclusiones. No hay nada mejor que verificar todo y no creer cualquier cosa que lees. Ni siquiera este artículo. Lo que más sirve es ponerlo en práctica y determinar qué te sirve y qué no. 

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Contacto:

Daniel Colombo es Facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en CEOs, alta gerencia, profesionales y equipos; comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 32 libros. LinkedIn Top Voice América Latina 2019. Miembro de John Maxwell Team.

www.danielcolombo.com

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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