Por Francisco Coll Morales* El comercio global se ralentiza. Pese a los leves incrementos que han experimentado los índices PMIs, las previsiones que muestra la Organización Mundial del Comercio (WTO, por sus siglas en inglés) muestran una clara tendencia negativa para uno de los mayores motores de crecimiento de las economías. Las continuas tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, pese a mostrarse abiertas a las negociaciones, sigue sacudiendo muy fuerte al comercio global. Como hemos dicho, en materia de PMIs, el comercio global ha experimentado crecimientos más moderados, sin embargo, estos representan los peores niveles de crecimiento para el comercio global desde la gran crisis financiera. Según los datos que nos arroja el comercio global, este ha crecido a niveles del 1,5% durante el último trimestre del 2018. Estas cifras, como se ha indicado, muestran unos niveles de crecimiento muy distantes de los que arrojaba el comercio global durante 2017. Además, según el último informe de la WTO, el futuro para el comercio global no es muy optimista. Como hemos dicho, un grave problema que parte de las tensiones comerciales que mantienen China y Estados Unidos. Las negociaciones entre Pekín y Washington continúan su avance. Un avance lento y moderado, pero que ya logra nexos comunes y vías de entendimiento bajo los que podría alcanzarse ese aclamado marco de acuerdo que vuelva a permitir el libre comercio entre ambas potencias. Lo que recoge el informe de la Organización Mundial del Comercio no es más que eso, una muestra de cómo estas tensiones proteccionistas entre las dos principales economías del mundo han acabado por castigar un comercio que, por otro lado, también representa, como hemos dicho, uno de los mayores motores de crecimiento de la economía global. Esto es un motivo para preocuparnos. La economía global continúa debilitándose en un entorno donde los Bancos Centrales han tenido que rediseñar y adoptar sus nuevas políticas monetarias, pues de subir los tipos de interés como estaba previsto, la economía podría sufrir un agravante en materia de desaceleración, allanando, aún más, el terreno a próximas recesiones. Y es que, ante un entorno donde la economía global se muestra cada vez más debilitada y castigada, castigar a uno de los mayores motores de crecimiento económico, como lo es el comercio global, es uno de los mayores errores que estamos cometiendo en materia económica. Además, teniendo en cuenta que las economías emergentes siguen muy condicionadas al comercio global. Las economías emergentes latinoamericanas, un elenco de economías que, a su vez, supone otro de los grandes motores de crecimiento por su gran peso en el comercio exterior y en el PIB mundial, son economías que, como hemos dicho, muestran un alto grado de dependencia de estas transacciones para conservar los ritmos de crecimiento de sus economías. Si observamos las previsiones que muestra la WTO, aunque no se esperan unas rebajas de crecimiento muy bruscas, pues se espera un reajuste del 3,7%, frente al 3,9% del 2018, si podemos vislumbrar como podrían darse nuevos reajustes a la baja si las condiciones continúan deteriorándose y las dos economías líderes en el mundo no logran el acuerdo que devuelva la estabilidad al comercio global. Esto resalta la importancia de solucionar las tensiones comerciales y poner fin a estos auges proteccionistas, pues suponen un gran bloqueo comercial que, frente a los pronósticos de crecimiento que proyecta el Fondo Monetario Internacional (FMI) para las economías desarrolladas y la desaceleración del PIB mundial, aúna las recetas clave para que la economía siga decreciendo. Según las últimas declaraciones en materia de negociaciones comerciales, la reunión entre China y Estados Unidos, en la cual se preveía tratar todo lo relativo a las relaciones comerciales entre ambas, preveía darse para finales de marzo. Sin embargo, nuevas declaraciones anuncian que esta reunión se va a posponer a finales del siguiente mes. En conclusión, como hemos dicho, ambas economías ya han puesto sus cartas sobre la mesa. Acuerdos como la prohibición en el uso de la devaluación monetaria o las malas prácticas en materia de propiedad intelectual son algunos de los muchos puntos que ambas economías esperan definir en los próximos meses. No obstante, mientras no se alcance el acuerdo, la economía continuará debilitándose. *Director de desarrollo de negocio de HAC Business School de Nueva York.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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