Hasta hace poco se veía lejano que la contienda por la presidencia de la República se disputara entre dos mujeres. Aunque en la boleta electoral aparecerá un hombre como candidato, con Álvarez Máynez por parte de Movimiento Ciudadano, lo cierto es que la contienda presidencial se juega entre dos mujeres, lo que convierte a la elección de 2024 en una fecha histórica.

Con ello, México se colocaría a la par de otras naciones de América Latina que han tenido mujeres a la cabeza del Ejecutivo y se pone a la vanguardia con respecto al país vecino, EU.

Luego del fugaz suspiro que tuvo la oposición con la emergencia de Xóchitl Gálvez como abanderada de su coalición, Claudia Sheinbaum salió fortalecida del periodo de precampañas y se afianza como aspirante favorita en la intención de voto.

Aunque la elección presidencial se disputa entre mujeres, para nada es indistinto que gane Gálvez o Sheinbaum el próximo 2 de junio. Mientras que el feminismo de Xóchitl apela a “romper el techo de cristal” de aquellas que han logrado desarrollar una carrera profesional y acceder a altos puestos, la posición de Claudia con respecto a las mujeres es más radical pues apela a cambiar de raíz las causas de las desigualdades de diversa índole, que hacen que sólo algunas tengan oportunidad de gozar de un trabajo bien remunerado o de lograr posiciones de poder en los ámbitos público o empresarial.

El perfil científico de Sheinbaum podría modelar el liderazgo femenino que, eventualmente, ejerza como presidenta de la República en un medio que es hostil todavía para las mujeres. Ese perfil, que le exige mayor rigor y disciplina, podría ser la mejor estrategia de Sheinbaum ante una cultura política mexicana hecha a la medida de los hombres, en la que el estándar de exigencia es mayor para ellas, quienes tienen que demostrar con creces su idoneidad.

A la agenda a favor de las mujeres, Sheinbaum le ha llamado “feminismo social”, un enfoque con el que aspira atender las causas estructurales de la violencia y las desigualdades. Ello es congruente con el “humanismo mexicano” sobre el que se basa la Cuarta Transformación y que alude a la recuperación del tejido social y a la empatía por los más pobres.

Es revelador que las mujeres sean consideradas como “prioridad en la próxima etapa de la Cuarta Transformación” dentro documento de “Plataforma Política” presentado por Morena, PT y PVEM ante el INE para el registro de la coalición que encabeza Sheinbaum. Sobre ellas, en la Plataforma se habla de justicia social, económica, laboral y reproductiva; el derecho a decidir sobre su cuerpo; la sobrecarga de trabajo doméstico; las múltiples violencias; incluso, se llama a un replanteamiento del pacto político del Estado con las mujeres.

Ante este panorama, el feminismo de Sheinbaum es disruptivo y significa ir más allá de los programas sociales y transformar las estructuras económicas y el acceso a la justicia como condiciones necesarias para reducir la desigualdad y la pobreza de las mujeres.

No es aventurado decir que con Sheinbaum podríamos tener un liderazgo transformador, ante realidades como la masiva participación de mujeres (con respecto a los hombres) en la economía de cuidados, un trabajo históricamente invisibilizado y que generan valor social y económico.

En este sentido, el reto para Sheinbaum es doble, por un lado, afianzar la Cuarta Transformación y, por el otro, hacerlo desde la renovación del papel de las mujeres en todos los ámbitos de la vida, no solamente en el plano de la representación política sino cambiando las condiciones estructurales que transforman las vidas de las más vulnerables. Una verdadera revolución.

Contacto:

Maestra en Políticas Públicas por la Universidad de Oxford y Licenciada en Ciencia Políticas y Relaciones Internacionales, por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

Twitter: @palmiratapia

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

Sigue la información sobre los negocios y la actualidad en Forbes México

 

Siguientes artículos

emprendimiento-emprendedores-empresa-contabilidad-credito
Los 7 pecados capitales que evitan que tu empresa familiar llegue al paraíso
Por

Las empresas pueden ser el paraíso, pero solo las que no cometen estos siete pecados lo logran.