Por: Jordi Soler

El sector de los esports es un claro ejemplo de multiculturalidad. Por el propio diseño de las competiciones, encontramos habitualmente en las ligas nacionales una convivencia habitual entre jugadores de diversas procedencias. Si se escala a nivel de ligas regionales, pasa algo similar: equipos y jugadores de muchos países a los que se suman, además, equipos de trabajo con diferentes perfiles. Pero ahora el propio sector está dando un paso incluso más allá con la celebración de torneos regulares supranacionales, lo que aún pone más de relieve esta cuestión.

En ese sentido, el mejor ejemplo es la VCT Américas del videojuego VALORANT (Riot Games), en la que participa LVP en la retransmisión en español. Su ámbito de impacto es todo el continente de América, y cuenta con organizaciones en Estados Unidos, Latinoamérica y Brasil en una misma competencia (con, cómo no, organizaciones de Esports con multitud de perfiles y procedencia). Para llegar al público de todo el continente, contará con tres retransmisiones en tres idiomas: inglés, portugués y español, alcanzando una audiencia acumulada estimada de entre cinco y seis millones (a final de año, incluyendo los eventos globales de VALORANT)

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Esta nueva competición es un claro ejemplo de cómo los esports están teniendo un impacto significativo en la multiculturalidad, al reunir a personas de diferentes orígenes en una sola comunidad. A través de los juegos y competencias, tanto aficionados como jugadores tienen la oportunidad de conectarse con otros que comparten su pasión, además de aprender sobre diferentes culturas y formas de vida.

Además, de este tipo de proyectos también hace una Liga más atractiva tanto para las audiencias como para los patrocinadores, ya que concentra lo mejor de cada región y por lo tanto una mayor cantidad de espectadores.

De este modo, resulta ser una plataforma efectiva para fomentar la inclusión y la diversidad. Se debe destacar que los equipos de esports están compuestos por jugadores de todo el mundo y a medida que esta industria crece de manera global, deriva en algunos retos que deben superarse para que todos sus integrantes puedan comunicarse y trabajar juntos eficazmente. 

Sin duda, el camino en este sector nos está dando mucho aprendizaje y es importante abordar estos desafíos, así como trabajar hacia una comunidad de esports más inclusiva, donde todos puedan sentirse bienvenidos y valorados. Esto puede incluir iniciativas como la promoción de la educación cultural, la eliminación de prejuicios y estereotipos, el fomento de la igualdad de oportunidades y recursos para todos los jugadores y, sobre todo, impulsar de manera correcta la narrativa alrededor de las ligas y los equipos que logre conjuntar a cada una de las regiones.

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Contacto:

Jordi Soler, director general de LVP

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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